El nuevo 911
Cabriolet tiene mucho que ofrecer. Su carrocería incorpora más componentes
innovadores de bajo peso que nunca. Esta evolución constante en un diseño donde
se mezclan materiales sintéticos –ahora con más aluminio, menos acero y nuevos
materiales compuestos–, reduce una vez más el peso de la carrocería, esta vez
en aproximadamente siete por ciento, sin hacer concesiones en términos de
estabilidad, rigidez y seguridad, características que se mantienen al menos al
mismo nivel ejemplar establecido por su antecesor.
Para lograr esto, los ingenieros de Porsche
siguieron un enfoque diferente, al utilizar distintos materiales plásticos para
crear un diseño híbrido en el pilar A que garantiza un alto grado de protección
a los ocupantes en caso de vuelco. Esta solución innovadora sustituye a los
anteriores refuerzos de tubo hechos de acero de altísima resistencia. El
beneficio más grande es que el peso disminuye en 2,7 kilogramos y también que
baja el centro de gravedad. Ambos efectos tienen un impacto directo en el
excelente comportamiento dinámico de este deportivo.
El material compuesto está hecho de tres
elementos: una lámina denominada ‘Organo’, almohadillas acanaladas fundidas a presión
y una espuma estructural. Las láminas de ‘Organo’ son productos prefabricados
semiacabados y muy resistentes, hechos de plástico reforzado con fibra de
vidrio. Estas láminas son cortadas y retocadas como parte de un proceso con
múltiples etapas para su uso en el 911 Cabriolet. En la misma fase del proceso
le es agregado al componente una almohadilla acanalada hecha de plástico
fundido. En la parte final, le es añadido al componente híbrido una capa
adicional de espuma estructural. Esta capa se expande cuando queda expuesta al
calor mientras es llevado a cabo el proceso de pintura, para asegurar así el
refuerzo dentro de la sección transversal del pilar A. El propio pilar A está
realizado con componentes de láminas metálicas de alta resistencia, como el
acero al boro.
La clave en la evolución de ese diseño ligero de
la nueva generación del 911, tanto en versión Coupé como Cabriolet, está en el
aumento en la cantidad de aluminio usado. Aparte de los faldones delantero y
trasero, la capa exterior de la carrocería ahora está hecha completamente de
esta aleación ligera. El nuevo diseño de las puertas, hecho exclusivamente de
planchas de aluminio, reduce el peso de la carrocería sin tener ningún impacto
negativo sobre la calidad y la estabilidad. El alto grado de conocimiento que
tiene Porsche en materia de fabricación de herramientas se hace también patente
en la parte lateral del Coupé, que está realizada con aluminio para bajar el
peso total unos 12 kilogramos. El desafío radica en el desarrollo de herramientas
y procedimientos, ya que el aluminio puede romperse más fácilmente al ser
estirado en el proceso de moldeado que la hoja de acero. En el proceso de
producción del panel lateral del 911 Coupé pueden alcanzarse unos 30
centímetros de profundidad.
Además de los aceros de alta resistencia,
también son utilizados más perfiles de aluminio extruido en la carrocería, como
en piezas longitudinales delanteras y traseras, marcos interiores y exteriores
de puertas y refuerzos para el suelo. Su uso ha incrementado de tres a 25 por
ciento. Porsche también utiliza otras piezas de aluminio fundido en el nuevo
911; por ejemplo, parte del soporte de los muelles de suspensión delanteros, la
carcasa del túnel trasero, los largueros longitudinales traseros y los amortiguadores
de impactos. El beneficio de la fundición a presión es que incluso componentes
complejos y geométricos pueden producirse como una sola pieza. Los refuerzos o
las conexiones con tornillos ya no tienen que producirse y soldarse
individualmente. Como resultado, el componente no solo es más ligero, sino que
son requeridos menos pasos en la producción, la cual pasa a ser más
eficiente.
Hasta ahora, una desventaja de las piezas de
aluminio fundido era el tratamiento térmico necesario después de la fundición a
presión. Este paso era obligado para dar las propiedades deseadas a los
componentes, que son cruciales, por ejemplo, para un buen rendimiento en caso
de impacto. Por lo tanto, el tratamiento térmico representaba una fase
individual y costosa, tanto por el tiempo empleado como por la energía
consumida en el proceso de producción. En el nuevo 911, Porsche utiliza las
temperaturas generadas durante los procesos de pintura para dar el tratamiento
final de las piezas fundidas a presión.
Los materiales y los procesos de producción
definen la tecnología de conexión ideal: soldadura, unión, remachado,
atornillado. En el ensamblaje de la carrocería del nuevo 911 son empleados 10 o
más métodos. Por ejemplo, una nueva característica es la soldadura por fricción
con tornillos de cabeza hueca para unir componentes de aluminio y acero. En
este proceso, el tornillo de acero es presionado a través del aluminio a una
velocidad tan alta que la fricción hace que esos tornillos de cabeza hueca se
fusionen con el componente de acero, creando una conexión particularmente
fuerte.
La carrocería del nuevo 911 tiene una mezcla de
múltiples materiales y supone el siguiente gran paso en el diseño ligero
inteligente, un avance más en la estrategia de reducción de peso iniciada por
su predecesor. Al mismo tiempo, el concepto de carrocería evolucionada también
garantiza una mayor rigidez. Comparado con el modelo anterior, el 911 Coupé
ofrece mejores valores de torsión y flexión. Como resultado, el 911 se mantiene
firme sobre la carretera, incluso cuando el conductor maneja con un estilo
deportivo en tramos de diferentes superficies.
El nuevo Porsche 911 con carrocería ultra ligera
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