En una carrera marcada por el agua y el coche de seguridad, Lewis Hamilton se afianzó al frente de la clasificación tras vencer en Suzuka de forma inapelable. El inglés sobrepasó a Rosberg en una maniobra extraordinaria en la primera curva (vuelta 29) y ahora toma 10 puntos de ventaja en la lucha por el Mundial.
La prueba acabó antes de tiempo, tras un impacto de Julles Bianchi contra la pala de una grúa que asistía al coche de Sutil. El piloto de Niza del equipo Marussia, que pertenece a la Academia Ferrari fue llevado al centro médico e inmediatamente al hospital. La preocupación envolvió de inmediato a cada miembro de la familia del Gran Circo.
Ferrari, en concreto, además de la preocupación por su joven talento, vivió uno de los días más aciagos de su historia en lo deportivo. Por primera vez en 81 grandes premios, no pudo acabar con ninguno de sus coches en los puntos. Alonso no pudo dar ni una vuelta, por un problema eléctrico, pese a que la prueba se inició de forma neutralizada tras el ‘safety car’.
Kimi comenzó décimo y acabó luchando con los Force India y con los Toro Rosso, fuera de los 10 primeros y en otra lamentable demostración de inoperatividad de toda la escuadra italiana. Sin Alonso en pista, la realidad sale a flote.
Jenson Button rozó el podio, al ser el primero en cambiar a gomas intermedias para buscar fortuna, pero fue un extraordinario Vettel en agua el que se llevó el tercero. Seb superó a Magnussen, Ricciardo, Massa, Bottas y al propio Jenson, recordando al de sus mejores días.
Con la tristeza de un Bianchi inconsciente llevado en ambulancia al hospital y con el tifón amenazando el traslado de los equipos a Russia para la próxima carrera, acabó una cita en la que el deporte pasó a un segundo plano.
Fuente: marca.com