El grupo conformado por Renault, Nissan y Mitsubishi presentó su plan de reestructuración, con el que busca entrar en una fase más avanzada de la alianza y en áreas conjuntas, aprovechando sus respectivas posiciones de liderazgo.
Con este plan, las tres marcas prevén llegar a la estandarización de la alianza, con nuevas plataformas y carrocerías comunes. Por segmento de producto, se basarán en un vehículo líder y vehículos seguidores diseñados por la empresa que haya fabricado el líder, con el apoyo de otros equipos.
En este nuevo esquema nuevo de «líder-seguidor», una de las marcas liderará en cierta región del mundo y las otras desarrollarán sus productos con base en lo que coloque el líder. De esta forma, buscarán ahorrar costos de inversión en un 40%, disminuir las pérdidas y aumentar las ganancias.
Cada marca tendrá una región de referencia. Es así que Nissan estaría en China, Norteamérica y Japón; Renault en Europa, Rusia, Sudamérica y África del Norte; y Mitsubishi en la Asociación de Naciones del Sureste Asiático y Oceanía.
«Las tres compañías de la Alianza cubrirán todos los segmentos y tecnologías de vehículos, en todas las zonas geográficas, en beneficio de cada cliente, al tiempo que aumentan su respectiva competitividad,rentabilidad sostenible y responsabilidad social y medio ambiental», señala el grupo en un comunicado.
Renault será el líder en Latinoamérica, y el plan es el de simplificar las plataformas que usan, de cuatro actuales a una sola. Este cambio se verá reflejado en los productos de la misma Nissan y también de la firma francesa.
Motorpasión.com recoge: “la renovación del segmento de los C-SUV será encabezada por Nissan en 2025 para Norteamérica, mientras que Renault hará lo propio con los compactos en Europa. En parte de Asia y Japón, Mitsubishi tomará la iniciativa con los kei cars».
Es decir, cada marca se enfocará en el desarrollo de tecnologías o componentes en donde tenga más experiencia. Por ejemplo, Nissan estará al frente de los avances de la conducción autónoma; Renault estará a cargo de las tecnologías de conectividad y el E-body.
De esta manera, las tres compañías se verán en vueltas en un trabajo en equipo. Una buena manera para mantener, sobre todo, la alianza Renault-Nissan, que se vio afectada por el escándalo del expresidente Carlos Ghons y por la crisis económica.