Los coches fúnebres no suelen ser los modelos más queridos ni mucho menos demandados por los aficionados al automóvil. El Cadillac Miller-Meteor de 1959 tenía ese problema, pero sin embargo la cosa cambió con el Ecto-1, esa curiosa versión que se convirtío en el coche de Los Cazafantasmas.
Algo parecido, aunque con un resultado aún más extravagante, le ha sucedido a este Cadillac de 1972 ahora rebautizado como Pirate Surf Mobile, un extraño vehículo de seis ruedas y temática pirata digno de aparecer en una colección de miniaturas de Hot-Wheels. Y muy pronto saldrá a la venta en una subasta.
Un vehículo imposible a escala real
Su creador es Richard Fletcher, un hombre que según la descripción del lote es «un fabricante de automóviles especiales para cine y actores». Y lo cierto es que ha conseguido transformar este coche fúnebre en algo mucho más divertido, más colorido y extravagante y que está a medio camino entre un vehículo de dibujos animados salido de Los Autos Locos y un hot-rod. En total son 8,5 metros de largo que con sus colores, su motor V8 de 5.0 litros con colectores de escape que no se sabe muy bien si son falsos y sus detalles de estilo pirata, como la extraña calavera cartoon que aparece en su frontal te asegurarán que no pasará desapercibido.
Incluso se puede conducir
La descripción también señala que a pesar de sus formas casi imposibles el modelo es totalmente funcional y se puede conducir, aunque al no estar homologado para la carretera no se podrá utilizar en las calles públicas. No obstante como show car seguro que se llevará toda la atención, lo lleves a donde lo lleves.
Este Pirate Surf Mobile se venderá en la subasta de Barrett-Jackson en Scottsdale, Arizona, con la llegada de 2020, este próximo mes de enero. Y lo cierto es que su propuesta, así como su origen lo hacen un coche tan distinto a otras piezas que suelen aparecer en esta clase de subastas que resulta casi imposible adivinar si la puja será un éxito o no.
Fuente: www.caranddrive.com