Cada 9 de septiembre se celebra el día de la electromovilidad; por ello, Luis Felipe Clavel, gerente de Desarrollo de Negocios de Vehículos Eléctricos Nissan América Latina, realizó un análisis para minimizar el impacto del cambio climático.
A continuación el análisis del ejecutivo de la marca:
En los últimos 15 años observamos un aumento de un 5,9% de las emisiones de CO2 a nivel global según el sitio web de estadísticas WorldOMeters, relacionado principalmente con el fenómeno de la urbanización. Este incremento se debe principalmente al movimiento de las masas rurales a las grandes ciudades, que tuvo un aumento de un 22,4%, lo que trae aparejado una mayor densidad poblacional y concentración geográfica.
Además, ese mismo sitio web brindó datos actuales de las emisiones globales de CO2 sobre el consumo de combustibles fósiles en cada industria, y determinó que el sector de energía lidera el ranking con un 38,5%. Seguido de cerca se encuentra el transporte, que contempla todos los medios como los terrestres, marítimos y aéreos, con un 20,9% de liberaciones al ambiente, y el resto corresponde a otros sectores de la economía. Esto demuestra que es necesario desafiar a otros grandes segmentos en la utilización de fuentes renovables y limpias.
Es en este plano donde aparece la electromovilidad, que creció exponencialmente en los últimos años, y transformó la manera en la que los autos son impulsados, conducidos e integrados en la sociedad. Esto es no sólo por su impacto positivo en el medio ambiente, sino también porque mejoran la calidad de vida de las personas, dado que cuentan con motores muy eficientes que permiten el ahorro energético, reducen las emisiones, y no generan contaminación sonora.
En esa línea, un estudio de Research and Markets realizado por investigadores del mercado automotriz arrojó que, a nivel mundial, el pronóstico del mercado de vehículos eléctricos crecerá de 3,2 millones de unidades en 2019 a 27 millones de unidades para 2030. En América Latina, las ventas de EV (Electric Vehicles por sus siglas en inglés) aumentaron en todos los países, por lo que se espera que los EV´s tengan una participación de mercado del 1,2% para el 2020, según lo indica la investigación Global Powertrain Outlook, de Frost & Sullivan. Esto sostiene la tendencia actual de los consumidores de avanzar hacia una movilidad eléctrica, inteligente y sustentable.
El impacto de COVID-19 en el efecto invernadero
Volviendo al análisis de la contaminación y por qué es importante actuar lo más pronto posible, podemos observar que este año, debido a la pandemia originada por el COVID-19, se evidencia una gran reducción de los gases de efecto invernadero que se emiten en todo el mundo, a raíz de una menor circulación de las personas, y una reducción en la actividad industrial. Por eso, la Agencia de Energía Internacional (IEA, por sus siglas en inglés) estima que durante este 2020 se consumirá un 6% menos de energía a nivel global, lo que repercute también en la caída de la liberación de CO2 al ambiente.
¿Cuántos de éstos beneficios son visibles para los consumidores? No muchos, por ello es importante transmitirles las ventajas económicas de mediano plazo logradas con innovación tecnológica, principalmente debido al ahorro que puede suponer a lo largo de la vida útil de un EV. También, las opciones de carga -en sus hogares o en puntos estratégicos- que brindan autonomía mayor a 300km (New European Driving Cycle – NEDC), y los cambios de hábitos en el uso y la conducción, teniendo en cuenta que los vehículos eléctricos tendrán mayores ventajas de circulación en las grandes ciudades.
Son varios los motivos que potenciarán la nueva era de la movilidad:
Disminución del precio de las baterías: aproximadamente $100/kWh para el 2024.
Aumento de venta de EV´s: se proyecta un incremento del 58% a nivel mundial para 2040, según lo sostiene el estudio anual de electromovilidad de Bloomberg NEF.
El presente de la electromovilidad refleja el trabajo de la industria que comenzó hace más de siete décadas, con el foco puesto en el cuidado del medioambiente y la calidad de vida de las personas. Acompañado de innovación tecnológica, desarrollo de diseños que se adapten a las costumbres de cada región, y una mayor eficiencia y seguridad.
Continuar por ese camino presume la clave para actuar ante el cambio climático que, debido a la pandemia del Coronavirus, ha sacado a relucir la necesidad latente de actuar rápido, mientras renace una nueva oportunidad para toda la sociedad, basada en cero emisiones y cero fatalidades.