Durante esta temporada, Lewis Hamilton se ha mostrado más reivindicativo, tanto en sus redes sociales como en la pista. En más de una ocasión, el británico ha mostrado su apoyo al movimiento Black Lives Matter y a otras luchas sociales. Ahora, uno de los frentes del campeón de la Fórmula 1 es el impacto medioambiental.
Sin embargo, fomentar una convicción como esta se hace más difícil en un deporte como la F1, lleno de viajes por todo el mundo, traslado de multitud en vehículos, conducir los monoplazas más potentes del mundo, y con grandes consumos de energía en los circuitos, sobre todo en las carreras nocturnas.
Sin embargo, Hamilton está dispuesto a contribuir con su grano de arena. En una entrevista, el británico confesó que guardará definitivamente su colección de superdeportivos y autos clásicos. «Ya no conduzco ninguno de los vehículos que tengo. Solo conduzco mi Mercedes EQC (el SUV eléctrico de Mercedes)”, aseguró el piloto.
Entre su colección, se encuentra un Shelby Cobra 427 de 1966, un Mercedes-AMG G63, dos LaFerrari, o un Pagani Zonda, de edición especial. Estos modelos pasarán guardados en su garaje por un tiempo no definido. Aunque Hamilton no detalló su los venderá en un futuro.
Otras de las medidas del británico para reducir el impacto en el medio ambiente fue convertirse en vegano, vender su jet privado y comenzar a viajar en vuelos comerciales; además solicitó al equipo utilizar, en la medida de lo posible, vehículos eléctricos en sus traslados por tierra. La más reciente fue promover la competencia de eléctricos off-road Extreme E, con su propio equipo.