Las autoridades de Reino Unido anunciaron este miércoles la prohibición de la venta de vehículos y furgonetas nuevos con motores diésel y a gasolina, desde el año 2030. La disposición permite la comercialización de modelos híbridos que puedan recorrer una distancia significativa sin emitir carbono, hasta 2035. Los híbridos convencionales se encuentran entre las motorizaciones prohibidas.
El ejecutivo liderado por Boris Johnson calificó a la propuesta de “Revolución Industrial Verde”. En el plan se incluyen otros puntos como fomentar la energía eólica marítima, el uso del hidrógeno como fuente de energía, el desarrollo de tecnologías para captar gases contaminantes emitidos a la atmósfera o reforestar 30.000 hectáreas anuales.
La prohibición de venta de turismos a diésel y gasolina se adelanta en diez años, respecto a los plazos que se presentaron en la estrategia de 2017, y cinco años antes de la fecha propuesta por el Gobierno este año.
Reino Unido destinará un total de 1 300 millones de libras para fomentar la transición hacia los vehículos eléctricos. Esto incluye desplegar puntos de recarga para vehículos eléctricos en hogares, calles y autopistas; otros 582 millones de libras se destinarán a subvenciones a la compra de vehículos cero emisiones, y 500 millones durante los próximos cuatro años para incentivar el desarrollo y la producción a gran escala de baterías para vehículos eléctricos.
El Gobierno además lanzó una consulta para eliminar los vehículos pesados con motores diésel. Sin embargo, todavía no existe una fecha definida para esto.
La inversión que prevé realizar Reino Unido asciende a los 12 000 millones de libras, lo que permitirá crear y mantener 250 000 empleos, según las estimaciones gubernamentales. El objetivo es ser un país neutral en carbono para 2050.
Según Financial Times, en Reino Unido se vendieron 31,8 millones de autos, de los cuales solo 513 000 fueron híbridos y 89 500 100% eléctricos. El informe señala que los híbridos se encuentran en una fase de crecimiento constante. Los vehículos a gasolina fueron los preferidos, con aproximadamente 18,8 millones de unidades vendidas, seguido por los diésel, con 12,3 millones de ejemplares.