El 20 de abril del año 2003 tal vez es uno de los días más tristes para el 7 veces campeón de la Fórmula 1, Michael Schumacher. Aquella jornada se disputó el Gran Premio de San Marino. El sábado 19 de abril, Elisabeth Schumacher, madre de Michael y Ralf, falleció a los 55 años. Ella se encontraba internada en un hospital de Colonia, Alemania, tras sufrir una hemorragia interna grave por una caída y se encontraba inducida al coma.
Tras la jornada de clasificación del sábado, los hermanos Schumacher volaron a Alemania para visitarla. Ese día los dos consiguieron los mejores tiempos. Al regreso a Italia para disputar la carrera, les dieron la terrible noticia: su madre había fallecido.
Con dudas sobre correr el Gran Premio y con un brazalete en el brazo, los dos pilotos decidieron competir, en medio de un dolor indescriptible. Ese día, Michael Schumacher disputó la competencia y no solo eso, sino que la ganó; consiguió su 65 victoria de su carrera, tal vez la más triste.
En ese entonces, Michael era pentacampeón del mundo. En el podio se lo veía visiblemente triste y afectado por la muerte de su madre. El káiser, como es conocido, no agitó el champán en señal de respeto. Su hermano Ralf, que corría para la escudería Williams-BMW, quedó en cuarto lugar. Los dos quedaron exentos de las obligaciones posteriores a la carrera.
Sin duda una pérdida irreparable para los pilotos y en este día de la madre nos hace recordar a aquellas que ya no se encuentran con nosotros, pero que su recuerdo perdurará por siempre.