El futuro de los motores de combustión interna parece tener los días contados. Cada vez se hacen normas más estrictas en cuanto a emisiones se refiere. Europa, el continente más preocupado en este tema, fijo para 2035 el cese de comercialización de vehículos con motores de este tipo.
Ante este panorama, Cummins podría revolucionar esta tecnología en los próximos años. Según Autobild, la empresa estadounidense se encuentra trabajando en un motor universal, que puede funcionar con cualquier tipo de combustible.
Cummins explica que el motor emplea los mismos bloques y componentes claves desde la junta superior hacia abajo. Sin embargo, la parte superior es la que realmente adapta sus componentes al tipo de combustible que lo alimente.
El fabricante dice que hay tres series de motores diferentes: B, L y X. Esta tecnología permite que el motor funcione con diésel, diésel sintético, gas natural e hidrógeno y se implementará en un motor conocido como B6.7, diseñado especialmente para maquinaria agrícola o de construcción, con seis cilindros, turbo de geometría variable y potencias de entre 155 y 326 CV (caballos a vapor).
Lo interesante de este motor es que puede funcionar con los combustibles antes mencionados, según la elección del cliente, aunque no podrá cambiar el modo de alimentación en cualquier momento. Para ello, se deberán realizar algunos ajustes mecánicos.