Terpel Ecuador asegura que el parque automotor eléctrico supone para la sociedad una importante transformación a nivel de huella ambiental. La electromovilidad es un gran paso hacia una nueva normalidad más ecológica, con emisiones de gases mucho más bajas; sin embargo, la responsabilidad con el medio ambiente no es el único impacto positivo que esta movilidad representa para los usuarios, pues existe un factor económico que no debe pasar desapercibido.
Terpel y Kia comparten las tres principales razones por las cuales la movilidad eléctrica resulta altamente rentable para los ciudadanos.
1. Representa menos costos y su vida útil extensa
Dos de las principales diferencias entre un vehículo de combustión fósil y uno eléctrico son su tipo de motor y batería. Un motor eléctrico, que cuenta con una sola pieza móvil, tiene un costo inicial mucho menor a uno de combustible fósil, e incluso una vida útil más extensa. “Generalmente, un motor eléctrico debidamente mantenido puede ofrecer muchas más horas de funcionalidad, sin necesidad de reparaciones importantes; lo que significa que los motores eléctricos requieren menos servicio de mantenimiento a diferencia de los motores de combustión interna”, asegura José Antonio Errazuriz, subgerente general de Kia.
En lo que respecta a la batería de los autos eléctricos, la predicción actual estima una duración aproximada de entre 10 y 20 años, pudiéndose prolongar si se evitan temperaturas extremas, y/o las sobrecargas. Además, en la última década, los precios de las baterías se han reducido en un 87%, y se espera que ese valor descienda por debajo de los 100 USD por kilovatio-hora para el 2030. Esto permite a los fabricantes diseñar nuevos modelos de autos más económicos y con una batería con capacidad mejorada.
Otro factor favorable en términos de adaptabilidad y rentabilidad es el hecho de que “los vehículos eléctricos presentan la alternativa de cargar la batería de manera completa o parcial en una estación de carga rápida como Terpel Voltex, o realizarlo de manera independiente desde sus hogares”, añade Xavier Granda, gerente de combustibles de Terpel.
2. Su mantenimiento preventivo y correctivo es más económico
Los autos eléctricos cuentan con menos piezas móviles que los tradicionales, por lo que no requieren inversiones constantes como los cambios de aceite, reemplazo de los filtros del combustible o de las bandas de distribución, entre otros. Es decir que el vehículo eléctrico requiere menos mantenimiento periódico, y en comparación con los autos a gasolina, esto significa un importante ahorro, no solo en costos sino en tiempo invertido para su mantenimiento. En los vehículos eléctricos Kia, por ejemplo, el mantenimiento se realiza cada 20.000 km.
“Los vehículos eléctricos requieren de una menor cantidad de fluidos para su funcionamiento, a diferencia de los que son a combustión interna. Es por esta razón, que se recomienda acudir con la periodicidad del caso al dealer autorizado a realizar los mantenimientos (preventivos) de acuerdo a lo que especifica el fabricante, ya que esto nos permite obtener una correcta funcionalidad del mismo”, explica Granda.
3. Ahorran dinero al propietario
Los combustibles tradicionales tienen un costo superior al de las recargas eléctricas. “Tanquear un vehículo tradicional, ya sea con gasolina económica o premium, supone un gasto mayor al de una carga completa de un vehículo eléctrico en una electrolinera de carga rápida como Terpel Voltex. En la mayoría de los casos, dependiendo de factores como la ubicación, la tarifa de luz, el tipo de vehículo, y/o la cantidad de recarga que se necesita, el costo para el usuario de auto eléctrico podría ser la mitad del de un auto de combustión fósil”, detalla el gerente de combustibles de Terpel.
Como factor complementario, en algunos países existen incentivos económicos o tributarios para quienes hagan uso de este tipo de movilidad sostenible. En Ecuador, por ejemplo, los vehículos eléctricos no pagan Impuesto al Valor Agregado (IVA), ICE, ni aranceles. Inclusive en Quito, pueden circular sin las restricciones del Pico y Placa. De esta manera, los gobiernos trabajan en promover el uso de energías alternativas que disminuyan el impacto negativo en el medio ambiente, haciendo que la elección por la electromovilidad sea una opción rentable para los usuarios.