En 2002, Porsche presentó un nuevo integrante a su gama: el Porsche Cayenne, un SUV deportivo y versátil que se convertiría en un negocio muy rentable para la firma alemana, que ya superó el millón de unidades fabricadas desde su lanzamiento.
El Cayenne número 1 000 000 salió de la fábrica que el grupo Volkswagen posee en Eslovaquia. Se trata de un GTS rojo, destinado para un afortunado cliente alemán.
En el año 2000, las ventas de Porsche a nivel mundial eran de 48 797, una cifra corta si la comparamos con 1992 y 1993, cuando no llegaban a las 15 000 unidades. La gama en los 2000 se componía del eterno 911 y el Boxster, por lo que la marca apostó por un tercer modelo para asegurar su crecimiento.
Con este SUV de lujo, Porsche buscaba lanzar al mercado un vehículo para las familias. Por lo que la marca se propuso crear un modelo cómodo, práctico y deportivo. La oportunidad llegó gracias a la colaboración con el grupo Volkswagen, que compartió la plataforma del Touareg con Porsche. Así nació el proyecto “Colorado”, que más tarde pasaría a llamarse Cayenne.
En el Salón de París de 2002, el Porsche Cayenne fue presentado al mundo. La compañía planeaba vender 20 000 unidades al año, pero en un periodo de cuatro vendió un total de 150 000 vehículos, rompiendo todas sus expectativas.
Gracias al Cayenne, Porsche generó los ingresos suficientes para desarrollar otros proyectos. En la actualidad, el Cayenne es el segundo modelo más vendido, detrás del Macan, otro SUV de la marca. En 2019, la firma alemana vendió 92 055 unidades del Cayenne y 99 944 del Macan.