En estos momentos de quedarnos es casa, es importante realizar actividad física y evitar el sedentarismo. Por ello es recomendable que te ejercites en casa. Pero ojo, debes tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar lesiones.
Carla Cevallos, Médico Especialista en Deportes de Laboratorios Bagó, explica que “para realizar cualquier tipo de ejercicio físico se requiere de acompañamiento y supervisión de profesionales. Además, tomarlo muy a la ligera y realizar actividades sin planificación puede traer complicaciones a la salud, por eso es muy importante planificar y evaluar cada paso a seguir antes, durante y después del entrenamiento, con el fin de evitar malos ratos y complicaciones”.
En primer lugar, es importante tener en cuenta algunas consideraciones antes de empezar con una rutina de ejercicios. Laboratorios Bagó del Ecuador recoge algunos puntos:
Estado de salud
Lo ideal es realizar una evaluación médica previa al iniciar un entrenamiento. No obstante y debido a la situación actual, es importante que las personas con enfermedades preexistentes consulten con sus médicos de cabecera mediante llamadas telefónicas sobre su aptitud o no para hacer ejercicios y de qué tipo: baja, media o alta intensidad. Generalmente, para iniciar una práctica deportiva se realizan exámenes en caso de ser necesario y una prueba de esfuerzo físico con el protocolo individualizado.
Conocer y ser consciente de la situación actual
Ser realistas en cuanto a la capacidad física que tiene cada persona es clave. “Una persona que nunca hace ejercicios y tiene una alimentación deficiente, por ejemplo, no está apta para realizar ejercicios de alta intensidad, lo más seguro es que se agite, tenga alguna lesión o incluso sienta náuseas por sobre esforzar su cuerpo que no está acostumbrado”, explica la especialista. Para ello es importante tomar en cuenta aspecto como capacidad de esfuerzo físico, peso y edad.
Definir metas alcanzables y medibles
Es clave determinar objetivos puntuales con fechas límites y que sean realistas. No proponerse metas demasiado altas y que estén fuera del estado físico de la persona. Por ejemplo: si actualmente no se realiza absolutamente nada de ejercicio, proponerse 4 horas diarias de ejercicio es una meta muy irreal, por lo que lo más razonable es iniciar con 20 o 25 minutos diarios. Según la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas deberían realizar 150 minutos de actividad física a la semana para mantenerse saludables.
Proceso de seguimiento
Es fundamental que la prescripción de actividad física sea individualizada e incluya: tipo, tiempo, frecuencia, modalidad, intensidad. Cada persona es distinta y debe adaptar su tipo de entrenamiento a su situación individual.
Ten en cuenta algunos pasos para tu entrenamiento en casa:
Calentamiento
Es una actividad previa al ejercicio físico que involucra el movimiento general de todos los músculos del cuerpo, con intensidad media o baja. Esto ayuda a preparar al cuerpo para los esfuerzos que va a realizar. Además, ayuda a prevenir lesiones musculares o de tejidos.
Entrenamiento cardiovascular
Mejora el flujo cardíaco, la oxigenación sanguínea y genera una respuesta cardiovascular. Es una práctica activa. Mejora el estado físico en general. Se recomienda, por ejemplo, trotar, hacer elíptica o bicicleta.
Entrenamiento con fuerza
Mediante la resistencia se contraen los músculos y permiten que ciertas partes específicas del cuerpo trabajen. Por ejemplo: es posible trabajar grupos musculares localizados como: espalda, piernas, glúteos, abdomen, entre otros.
Estiramiento
Busca elongación (estiramiento) de los músculos utilizados para el ejercicio, disminuye riesgo de lesiones y dolor.
Con una rutina de ejercicios diaria podrás mantener tu estado físico y de paso te liberarás de estrés.