El Tesla Model S fue el vehículo que sentó los pasos para la masificación de la empresa estadounidense. Este sedán está por cumplir nueve años en el mercado y la compañía presentó algunas mejoras muy interesantes y hasta curiosas, que van desde lo estético hasta el desempeño.
Algunos cambios los encontramos en la carrocería, con sutiles modificaciones como el techo panorámico de una sola pieza, con protección ultrarroja y ultravioleta en toda la pieza. Sin embargo, los cambios más significativos están en el interior.
El Tesla Model S estrena una pantalla de 17 pulgadas ubicada de forma horizontal, pero que se ve opacada por un volante con forma de timón. Detrás de él se encuentra un cuadro de instrumentos conformado por una pantalla de 12.3 pulgadas. Además, los pasajeros de atrás tendrán su propio dispositivo de 8 pulgadas, pensado para entretenimiento o videojuegos. Está colocada entre los asientos frontales.
Las actualizaciones también se encuentran en los asientos con calefacción para todos los ocupantes, un sistema de audio de 22 altavoces y cancelación de ruido, iluminación ambiental, descansabrazos central en la segunda fila con cargador inalámbrico, conectores USB-C para cada pasajero, navegador de internet, reproductor de música en streaming, y reproductor de video con soporte para Netflix, YouTube, Twitch, entre otras.
Tesla además dio a conocer la versión Plaid, la más potente de la gama con 1020 hp y reemplaza a las versiones Performance. En EE.UU. se venderán como Plaid y Plaid+, ambos con tres motores eléctricos. El primero con 628 km de autonomía y el segundo con 837 km. La aceleración es de 0 a 100 km/h en 2.0 segundos y menor a 1.99 en la Plaid+.
El Tesla Model X también recibió algunas mejoras. El SUV mantiene el espacio para 7 pasajeros y recibe tres pantallas, el volante estilo timón y versión Plaid con 549 km de autonomía y una aceleración de 0 a 100 km/h en casi 2.5 segundos.