En el ámbito de la seguridad vial, existen múltiples causas detrás de los accidentes de tránsito y diversas medidas pasivas de seguridad que, aunque no previenen los accidentes, pueden evitar la muerte como consecuencia de estos. Sin embargo, si se tuviera que centrar en los factores más cruciales que podrían salvar más vidas y evitar más accidentes, tanto en Ecuador como en gran parte del mundo, son tres pilares fundamentales a tomar en cuenta: la velocidad, el consumo de alcohol y el uso del cinturón de seguridad.
Velocidad: un factor crítico en los accidentes
La velocidad es la principal causa de accidentes graves y muertes en las carreteras. Su control eficaz es considerado un pilar esencial e insustituible para reducir significativamente el número de muertes. Conducir a más de 90 km/h hace que un vehículo sea cada vez menos manejable, duplicando el riesgo de muerte de los ocupantes por cada 10 km/h de aumento en la velocidad. En este sentido, implementar y hacer cumplir estrictamente los límites de velocidad es una medida indispensable para mejorar la seguridad vial.
Alcohol: un peligro silencioso en las carreteras
El consumo de alcohol es otra de las causas principales de los accidentes de tránsito. Se estima que está presente, de alguna manera (ya sea en conductores o víctimas), en el 50% de las muertes por accidentes de tránsito. Incluso pequeñas cantidades de alcohol (un vaso de vino o cerveza) pueden disminuir la capacidad de conducción, ralentizando las respuestas, dificultando las maniobras, embotando los sentidos y reduciendo la capacidad de atención. Además, el alcohol genera una falsa sensación de seguridad que predispone a cometer excesos de velocidad y violaciones de las normas de tránsito. Por ello, es vital fomentar la conciencia sobre los peligros del alcohol al volante y establecer controles rigurosos para prevenir la conducción bajo sus efectos.
Cinturón de Seguridad: el mejor seguro de vida
El cinturón de seguridad está considerado como el mejor seguro de vida dentro de un automóvil. Se estima que su uso generalizado, tanto en asientos delanteros como traseros, podría salvar más de 1000 vidas cada año. Esta medida, aunque simple, tiene un impacto enorme en la reducción de muertes y lesiones graves en caso de accidente. Es crucial promover su uso continuo y obligatorio no solo en rutas, sino también en las ciudades y pueblos.