Fotos: PSA
Tiene un aspecto ‘convencional’ dentro de su diseño de concept car, pero realmente el Peugeot Instinct Concept es nada menos que un psicólogo sobre ruedas. Hemos estado en el centro de diseño de la marca francesa contemplando en parte el futuro de la automoción, con la conducción autónoma como base.
Decimos que el Peugeot Instinct Concept es un piscólogo porque es capaz de tomar sus propias decisiones a partir de la ingente cantidad de información que maneja: la del entorno que rodea al vehículo, pero también la personal del conductor a través de su agenda o su estado físico.
Con esa información puede, por ejemplo, optar por el modo de conducción autónoma si estamos agotados después de una dura jornada de trabajo. O, a contrario, como sabe que apenas hemos hecho ejercicio físico en los últimos días, nos sugiere aparcar a 10 minutos de la oficina para ir y volver caminando.
La nube del conductor (con datos de su teléfono móvil y las redes sociales) rige el comportamiento del coche. Incluso puede conectarse con nuestro hogar a través de la domótica para comprobar que la casa se ha cerrado cuando nos marchamos, o conecta la calefacción con antelación para que la encontremos a la temperatura idónea cuando lleguemos. Para procesar toda esa información Pegueot se ha aliado con Samsung, que aporta la plataforma IoT (Internet of Things -Internet de las cosas-) Artik Cloud.
El Peugeot Instinct Concept (un coupé con un sistema de propulsión híbrido enchufable con 300 caballos y tracción a las cuatro ruedas) dispone de dos programas de conducción autónomos: uno más dinámico (Autonomous Sharp) donde prima ir rápido de un sitio a otro en poco tiempo y otro para trayectos largos (Autonomous Soft) como un recorrido por autopista donde merece la pena tumbarse a descansar o ver una película.
También existen dos modalidades de conducción ‘tradicional’ (Drive Boost y Drive Relax) en función de que cuente con ayudas (tipo control de crucero) o no. En cualquier caso, la última palabra la tiene siempre quien se sienta a sus mandos. Estos, en particular el volante y los pedales, se retraen y quedan ocultos cuando nadie va a conducir el coche.
Las funciones autónomas ‘obligan’ a una nueva configuración de los asientos, al más puro estilo de las butacas de clase business de un avión. De hecho, incluso se reclinan totalmente para poder dormir en ellos. Por supuesto, dado que el Peugeot Instinct es una propuesta de futuro, el habitáculo cuenta con enormes pantallas digitales y carece de muchos mandos y relojes tradicionales que son reemplazados por hologramas. La información que se muestra varía en función del modo de conducción elegido.
La tecnología es clave en el Peugeot Instinct Concept, pero no por ello se han dejado de lado aspectos como la aerodinámica. El prototipo cuenta con elementos activos en su carrocería, hasta el punto que parte del frontal se puede desplazar hacia delante para mejorar la sustentación y crear una abertura a cada lado que desplaza el aire hasta las ruedas traseras a través de un conducto que recorre por dentro las puertas.
El acceso se hace a través de cuatro de ellas, las traseras de apertura invertida y perfectamente camufladas en su carrocería shooting brake, mezcla de coupé y familiar que ha dado lugar a modelos míticos en el pasado, como el Volvo P1800 ES o el Reliant Scimitar, pero también en el presente, con los mientras que en los años más recientes hay que citar al Ferrari FF o al GTC4 Lusso.
Fuente: www.marca.com