Este 15 de septiembre de 2021, se estrenó la película sobre la vida del siete veces campeón de la F1, Michael Schumacher en Netflix. Realmente es conmovedor, con detalles poco conocidos especialmente de su infancia, sus primeras carreras en kart, la adaptación de un coche con motor de moto que su padre le hizo cuando tenía cuatro años y, por supuesto, el fatal accidente en los Alpes franceses aquel 29 de diciembre de 2013.
Su esposa Corina, quien una vez más no dio mayores detalles sobre el estado de salud de su marido, revela en el documental algunas escenas interesantes.
Ese día en Méribel, dice Corina, Michael tuvo un mal presentimiento. Él dijo, “la nieve no es óptima, podríamos viajar a Dubai y practicar paracaidismo allí”. Pero se quedó y hoy todos sabemos lo que le pasó. Mientras esquiaba se cayó, golpeó su cabeza sobre una roca y quedó inconsciente hasta hoy (ocho años). Muy poco se sabe sobre su recuperación.
El documental empieza con bellas e inéditas imágenes de buceo que él practicó en las islas Galápagos. Ese año (2013), pocos meses antes de su fatal destino, Michael y su familia pasaron vacaciones en nuestras islas y retornaron a casa felices. También estuvo Jean Todt, el actual presidente de la FIA.
“Michael siempre ha tenido buena suerte, pero ese día la suerte no estuvo de su lado”, dice Corina.
“Él siempre nos protegió, hoy lo protegemos a él”, finaliza su mujer. Sus dos hijos, Mick (hoy en la F1) y Gina María, lo recuerdan como un padre cariñoso, que jugaba con ellos aún estando cansado y que era alegría y paz cuando él estaba en casa. Los dos coinciden en que «papá imponía un gran respeto».
Sobre Ayrton Senna. De joven quería ser como el tres veces campeón del mundo. Ese día, el 1 de mayo de 1994, cuando Ayrton murió tras el choque en la curva de Tamburello en Imola, Michael se quedó como ido durante todo el tiempo. A él sus allegados siempre le dijeron que Senna estaba mal, que estaba inconsciente, pero nunca muerto. No obstante, él sabía que algo malo le había pasado. Se enteró después de la carrera.
Ese Gran Premio lo ganó Michael, pero pidió que no se celebrara con champagne. Simplemente recibió el trofeo, lo levantó y puso punto final.
El documental es interesante, muy recomendable.