Prácticamente un mes después de ganar en Portimao en las European Le Mans Series, Juan Manuel Correa volvió a estar al volante del LMP2 del equipo Prema, esta vez en el circuito de Baréin, para llevar a cabo una jornada de pruebas, que los organizadores del World Endurance Championship (WEC), denominaron “Rookie test”.
El nombre de “Rookie Test” no representa exactamente lo que se podía pensar, ya que la mayoría de los 23 equipos presentes hacía rodar a sus pilotos titulares.
Esta jornada de pruebas, que duró cinco horas, contaba con diez coches de la categoría LMP2 y se disputó justo unas horas después de haber acabado la temporada del WEC en la pista de Sakhir.
Test en los que Juan Manuel compartió volante con el holandés Bent Viscaal, que ha disputado ya algunas pruebas del WEC.
El equipo Prema, que tenía posibilidades matemáticas de ser campeón de la categoría LPM2 en el WEC, según lo que hiciera en la última carrera, tuvo algunos problemas de ritmo durante el fin de semana y no pudo lograr su objetivo. Sin embargo, aprovecharon esta jornada de pruebas para intentar entender y solucionar lo sucedido en la prueba final del campeonato, las 8h de Baréin.
La experiencia y sobre todo ese sexto sentido que tiene Juan Manuel para trabajar en la puesta a punto de los coches de competición permitió a Prema corregir la puesta a punto del Oreca Gibson, y comprender lo sucedido durante la carrera.
Las sensaciones de Juan Manuel tras esta jornada de prueba
“Fueron cinco horas de prueba, repartidas entre mañana y tarde y compartí parte de este tiempo con el holandés Bent Viscaal. Las pruebas estuvieron bastante bien desde mi punto de vista. Pasé un buen tiempo tratando de resolver los problemas que tuvo el equipo a lo largo del fin de semana, en el que no lograron encontrar un ritmo adecuado, y eso en una carrera de 8 horas les penalizó bastante. Quedé bastante satisfecho de la prueba, que resultó ser muy interesante ya que sirvió para coger más experiencia con estos coches y en una pista que conozco bien.”