Sin duda este auto estadounidense forma parte de la historia del automóvil. A quién no le ha llamado la atención cuando se lo ha visto transitar por las calles. Y es que siempre se lo ha asociado con el ejército y las actividades militares.
Justamente su historia se remonta a la Segunda Guerra Mundial. En ese entonces, como en la actualidad, las potencias destinaban grandes cantidades de dinero para el desarrollo de armas, y también de vehículos que serían utilizados con fines bélicos. Fue en ese contexto que el Gobierno de Estados Unidos decidió encargar la construcción de un primer vehículo de reconocimiento ligero, capaz de atravesar todos los terrenos.
Tras analizar 135 propuestas, la más valorada fue la de Willys-Overland, la más potente, junto a la de American Bantam, por su precio, y la de Ford, por su comodidad. De esta forma nació el prototipo Overland MA de 194, la letra M por Militar y la A por el número de seria. De allí se derivaría el modelo definitivo, el Willys MB.
Tras ser el escogido, muy pronto el Willys demostraría sus dotes en combate, gracias a su diseño, ligereza y polivalencia. Contó con un motor de 4 cilindros en línea, con 2.199 cc, capaz de alcanzar en condiciones favorables una velocidad máxima de 105 km/h. Esto se debe a que contaba con el peso justo, 1.113 kilogramos para ser exactos. Su tracción 4×4 le permitía llegar a lugares de difícil acceso.
Tras las victorias del ejército norteamericano en la guerra, surgió además la necesidad de hacer rentable a esta máquina. De esta manera, nació la icónica marca Jeep. En adelante, la historia es conocida por todos como la de un auto que trazó el camino para los 4×4.