Durante una década de vida, el el Rolls Royce Ghost se ha convertido en el modelo más popular de la firma británica. Ahora, la nueva generación de este vehículo llega con una renovación y varios lujosos detalles.
Un equipo de especialistas en lujo, diseñadores, ingenieros y artesanos se reunieron para comenzar el desarrollo del nuevo Rolls-Royce Ghost hace más de seis años. El objetivo, al igual que la primera generación de 2009, era crear un vehículo con una identidad propia dentro de la marca.
Ese arduo trabajo al parecer dio frutos. El nuevo Ghost mantiene sus señales de identidad, como faros rectangulares, su parte trasera curvada, una larga batalla con puertas traseras de apertura y su famosa parrilla coronada, por el famoso espíritu de éxito. No obstante, la firma británica logro reeditar algunos detalles, algo que se ve reflejado en su tecnología láser, combinada con LED.
El nuevo Ghost está montado sobre la plataforma Architecture of Luxury, que ya se empleó en otro modelos como el nuevo Phantom y Cullinan, que además es más ligera y resistente, mucho más versátil con su espacio. Además, Rolls-Royce buscó asilar el ruido exterior de la combina, con 100 kg de material aislante.
En el interior, este modelo cuenta con su propia identidad. Tiene un techo de estilo estrellado, como otros modelos, pero con 850 luces en el salpicadero del copiloto, para darle el mismo estilo del techo. Las 152 luces LED se ajustan al color del interior y al resto de la iluminación.
Este sistema utiliza utiliza una guía de luz de dos milímetros de espesor con más de 90 000 puntos grabados con láser en toda la superficie. Esto ayuda a crear un efecto centelleante a medida que los ojos se mueven a través de la superficie. Rolls-Royce denomina a este efecto como Starlight Headliner y se produce cuando el vehículo está en funcionamiento.
El Rolls-Royce Ghost incluye un cuadro de mandos completamente digital, con un Head-Up display con cámara de infrarrojos, un purificador de aire y puertas de apertura automática. El confort se ve reflejado en el “sistema de suspensión plana”, que cuenta con un sistema neumático que regula el eje delantero, para mantener el vehículo firme a velocidades de hasta 100 km/h.
La nueva generación de este modelo no cambió en la parte mecánica: seguirá con su motor V12 biturbo de 6.75 litros, con una potencia de 571 HP y 850 Nm de torque, asociado a una caja de cambios automática de 8 velocidades. Esta combinación le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. La marca todavía no ha dado detalles de su precio.