La firma holandesa fundada en 1999 llamó la atención en la industria automotriz por sus atípicas propuestas, hasta que en 2014 se declaró en bancarrota por problemas económicos. Sin embargo, luego de varios años podría regresar gracias a una importante inyección de recursos, procedentes de los inversores rusos Boris Rotenberg y Michail Pessis.
Rotenberg es el fundador del banco ruso SMP Bank y del equipo SMP Racing, además del fabricante de autos de carreras BR Engineering. Mientras que Pessis creó varias empresas de modificación y preparación de vehículos como R-Company, además de producir elementos de fibra de carbono. Los dos son propietarios de los vehículos firmados por Spyer.
La marca europea tiene el sello de exclusividad en sus genes, pues desde su fundación hasta la fecha solo ha fabricado 295 unidades. Durante los próximos meses, los inversionistas junto al CEO, Victor Muller, se enfocarán en consolidar a la compañía a nivel técnico y financiero. Posteriormente, buscarán aterrizar a la compañía con una propuesta de deportivos de lujo, con nuevos modelos en su cartera.
En esta nueva etapa, la fabricación de vehículos de Spyker se concentrará en Alemania y a partir de 2021 se debería fabricar el Syper C8 Preliator, presentado en 2017 y que hasta el momento no se ha producido en serie.
Otros proyectos conocidos serán retomados en esta nueva etapa. Uno de ellos es el B6 Venator de 2013 o el SUV D12 Peking-to-Paris. Entre sus planes además está abrir una tienda en Mónaco a partir del próximo año y retomar los planes de competición con SMP Racing, con su participación en el Mundial de Resistencia en la categoría LMP2.
Spyker siempre ha tenido la meta de competir en la Fórmula 1. Su intento de 2007 no prosperó, y sus plazas fueron vendidas un año después a Force India, por falta de recursos.