General Motors Defense, subsidiaria de la compañía automotriz, renovó su contrato por 214 millones de dólares con el Ejército de Estados Unidos para proveerle de un nuevo Vehículo de Escuadrón de Infantería, o ISV por sus siglas en inglés.
Este vehículo está diseñado para proporcionar una movilidad terrestre rápida y transportar por todos los terrenos a un escuadrón de infantería de hasta 9 solados. Se entregará al Ejército de ese país un total de 2.065 unidades de este ISV, equipadas con una superestructura para los ocupantes y carga; estarán impulsadas por un motor turbo diésel Duramax de 2.8 litros y 186 hp, con una transmisión automática de 6 unidades.
El ISV de GM Defense está basado en la arquitectura de la pick-up Chevrolet Colorado y sus variantes ZR2 y ZR2 Bison, complementadas con piezas personalizadas y disponibles comercialmente.
La división militar aseguró que el vehículo está equipado con amortiguadores Multimatic y los componentes de Chevrolet Performance, probados por la ingeniería Chevy Performance en más de 16.000 km de duros caminos off-road y carreras en el desierto.
Hace un año, el Ejército de ese país adjudicó un contrato de 1 millón de dólares a GM para comenzar con la fase de pruebas y evaluación del ISV, que debía ser lo suficientemente ligero para ser cargado por un helicóptero Blackhawk UH-60 y lo suficientemente compacto para entrar en un helicóptero Chinook CH-47.
Los requerimientos fueron cumplidos y ahora GM Defense proporcionará estos vehículos todoterreno.