El Gran Premio de San Marino de la Fórmula 1 del año 1994 será recordado por todos como uno de los peores y de los más tristes en la historia del Gran Circo, pues estuvo plagado de fatales accidentes. Todo comenzó el viernes 29 de abril de ese año, cuando se llevaban a cabo los ensayos. Ese día, el piloto Rubens Barrichello voló de la pista tras pisar un piano, y se impactó contra las defensas. Afortunadamente no sufrió alguna lesión de gravedad.
Un día después, el 30 abril de ese año, se corría la tanda de clasificación. Cuando iban 19 minutos de la sesión de entrenamientos, el vehículo del piloto austriaco Roland Ratzenberger abordaba la curva Villeneuve, a más de 300 km/h. El alerón izquierdo de su monoplaza salió despedido, el piloto perdió por completo el control y se estrelló fuertemente contra un muro. El auto recorrió 200 metros más después del accidente; en el habitáculo, Ratzenberger se encontraba inconsciente. Su casco estaba destrozado en la parte posterior.
El piloto recibió atención médica rápidamente y fue traslado en helicóptero al hospital Maggiore de Bolonia. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del personal médico, Ratzenberger, de 31 años, falleció poco después de llegar a la casa de salud, debido a lesiones cerebrales.
Ese año, el austriaco logró conseguir el presupuesto suficiente para disputar 5 pruebas con la nueva escudería Simtek-Ford. El equipo, a pesar del fallecimiento de Ratzenberger, tomó la decisión de seguir toda la temporada. Colocaron en su auto la frase “For Roland, o para Roland por su traducción al español. Su reemplazo fue el italiano Andrea Montermini, quien sufrió un grave accidente en Mónaco.
Solo un día después, el legendario piloto Ayrton Senna también sufrió un fuerte accidente, en donde perdió la vida. En el monoplaza del brasileño se encontró la bandera de Austria. Al parecer, quería rendirle un homenaje a Ratzenberger, al terminar la carrera.