El protagonista de esta historia es Casey William Kelley, un hombre de 42 años que decidió imprimir varios cheques falsos en su casa, para comprar algunos lujosos productos, que no cualquiera puede adquirir, como un Porsche 911 y varios relojes Rolex.
Su primera y arriesgada acción fue acudir a un concesionario de Porsche en Florida, Estados Unidos. El hombre fue a la casa automotriz y para su sorpresa le recibieron un cheque por USD 139 203, para entregarle un flamante 911 Turbo. Sin embargo, no tardaron reconocer el fraude y denunciaron el robo del vehículo a la oficina del sheriff de Okaloosa County.
La avaricia pudo más y al día siguiente Casey William Kelley fue a una joyería situada en Miramar; su objetivo era comprar 3 relojes Rolex, valorados en USD 61 521. Pero la fortuna no le sonreiría 2 veces y en esta ocasión el joyero retuvo los relojes hasta constatar que el cheque no tenía fondos. Al darse cuenta del engaño, dio el aviso al sheriff de Walton County.
La policía de inmediato buscó al estafador y no tardó en encontrarlo. El hombre explicó a los oficiales que había impreso las copias falsas con la computadora de su casa. Fue acusado de cargos de robo de vehículo y fraude. Actualmente, permanece en prisión con una fianza de USD 10 000.