El Nissan Skyline R34 GT-R, utilizado por el fallecido Paul Walker en la cuarta entrega de Rápidos y Furiosos, está buscando un nuevo dueño. La casa de subastas Bonhams venderá el auto japonés azul durante un evento que se celebrará en Bruselas, Bélgica, del 28 de abril al 5 de mayo.
Este GT-R desempeñó un papel protagonista en la primera parte de la película estrenada en el 2009. En la cinta, el automóvil se selecciona de un lote incautado para participar en carreras callejeras antes de que se use para cruzar la frontera con México. El modelo que saldrá a subasta no se utilizó en ninguna escena de acción, por lo que se encuentra en perfectas condiciones.
Según Bonhams, Kaizo Industries compró este GT-R en Japón y lo envió a EE. UU. sin motor. La compañía obtuvo un RB26 de seis cilindros en línea y modificó el automóvil exactamente según las especificaciones de Walker, al mismo tiempo que lo homologó con anclajes reforzados para el cinturón de seguridad y distintos refuerzos para la carrocería.
Entre las modificaciones de este modelo, figuran un intercooler montado en la parte delantera, muelles más cortos Nismo, una jaula antivuelco, llantas Volk Racing, frenos mejorados, eliminación de los asientos traseros, una pantalla frontal personalizada, un capó nuevo, un escape mejorado y mucho más. Bonhams dice que gracias a todas las modificaciones, este GT-R genera 550 caballos de potencia.
El GT-R se exportó de Estados Unidos a Alemania en 2012, donde ha permanecido desde entonces. No se ha registrado para uso en carretera en Europa, sino que se utiliza como un modelo de exhibición en el museo Motorworld de Múnich. La casa de subastas no ha especificado el precio, pero por otros modelos de la saga vendidos, este podría alcanzar un precio muy elevado.