Hace poco más de un mes, el Gobierno decidió declarar la emergencia sanitaria, para contener la propagación de la pandemia del COVID 19. Esto redujo drásticamente la circulación de vehículos y la actividad industrial, y por ende también la contaminación del aire en ciudades como Quito. Esa es la conclusión a la que llegó Rasa Zalakeviciute, docente investigadora de la Universidad de las Américas, UDLA, en su estudio publicado el 18 de marzo.
La especialista proporcionó información actualizada tras un mes de su publicación: la calidad del aire mejoró de un 30% a un 70% en Quito si se compara con meses anteriores a la cuarentena. Esta información se obtuvo después de realizar un análisis durante cuatro semanas, aunque la mejora es muy alta existen variaciones que dependen de las condiciones meteorológicas, por ejemplo el viento ayuda a reducir los contaminantes gaseosos, como CO, NO2, SO2, pero aumenta la suspensión de polvo, PM2.5.
Durante la semana de lluvias se ha visto una disminución de PM2.5, partículas inhalables tóxicas, pero en algunas zonas como en el valle de Los Chillos la contaminación por combustión está en constante aumento.
Es evidente una mejora en el aire a corto plazo. Sin embargo, cuando termine el confinamiento, regresará la contaminación ambiental. Desde la UDLA plantean propuestas para conservar esta mejora en el aire y aprovechar su calidad actual.
Es recomendable que las familias aprovechen este aire limpio para ventilar sus hogares, porque existe el riesgo de estar acumulando el virus dentro de las casas. Cuando se entra con ropa o productos que han estado expuestos al COVID-19, por ejemplo luego de ir de compras al mercado, en el día la luz ultravioleta ayuda a la descontaminación.
También es necesaria la ventilación interior porque continuamente existe exposición a ambientes tóxicos dentro de los hogares, por ejemplo los productos de limpieza. Su uso ha incrementado significativamente; productos domésticos como el gas, las emisiones de combustión por el uso de la cocina o la quema de comida, y otros alergénicos como hongos por humedad, polvo entre otros, generan ambientes no saludables.
Todas estas causas pueden aumentar el riesgo de problemas respiratorios y cardiovasculares.
La ventilación es sumamente trascendental para las personas que fuman dentro de las casas, o tienen un paciente en cuarentena.Aprovechar el aire y ventilar los lugares en donde pasamos la cuarentena es vital, ya que así se puede disminuir la exposición o reacción al virus. Se debe realizar la ventilación durante las horas que hay más luz ultravioleta natural, pues es más eficiente.