Este año, MINI decidió actualizar su gama de productos con cambios a nivel estético y tecnológico, con un equipamiento de serie ampliado y motores optimizados a los estándares de emisiones en Europa y otros países. Con ello, tenemos modificaciones en los modelos de 3 y 5 puertas, Cabrio, en las versiones normales, deportivas y eléctricas.
Uno de los cambios a nivel estético es una parrilla con un contorno hexagonal con más espacio, luces de posición que dejan paso a unas entradas de aire verticales, una franja central del paragolpes del color de la carrocería y unos nuevos contornos de los pasos de rueda. Otras características son unas luces intermitentes laterales rediseñadas con tecnología LED. En los MINI de 3 y 5 puertas además se puede presumir un techo multitono.
En el interior, destacan unos asientos deportivos con color Light Chequered, nuevas tapicerías, difusores de aire rediseñados y empotrados, un nuevo volante deportivo de cuero, por primera vez calefactado y un cuadro de instrumentos digital. El panel de instrumentos característico de la marca también sufrió algunos cambios.
En la parte mecánica, se encuentran unos propulsores de gasolina de tres o cuatro cilindros con un turbocompresor integrado en el colector de escape, inyección directa de combustible y distribución variable. Los de tres cilindros de 1.5 litros desarrollan 102 y 136 caballos, mientras que el de cuatro de 2.0 litros ofrecen 128 o 231 caballos de potencia. Todos ellos cuentan de serie con una caja manual de seis velocidad. Como opción, se puede equipar una transmisión automática Steptronic de doble embrague de siete velocidades.
El modelo eléctrico, por su parte, desarrolla 184 caballos y su batería de iones de litio ofrece una capacidad de 32,6 kWh, para alcanzar una autonomía de entre 203 y 234 kilómetro en el modo WLTP. Esta versión acelera de 0 a 100 km/h en 7.3 segundos y su velocidad está limitada a los 150 km/h.
En el chasis, se destaca que, por primera vez, se encuentra una suspensión adaptativa que, según la marca, ofrece un equilibrio notablemente optimizado entre la deportividad y el confort de marcha gracias a la utilización de una amortiguación de frecuencia selectiva. Se encuentra disponible en todas las versiones, menos en los MINI One y Cooper SE.
En Europa, las primeras unidades llegarán a los concesionarios en el mes de marzo.