Si buscas un teléfono verdaderamente rápido quizás esta curiosa creación de los 70 con 375 CV te interese.
Los coches han pasado en la última década de ser máquinas ruidosas y analógicas estar cada vez más cerca, tanto en filosofía de producto como en tecnología, de lo que hoy es un smartphone. Sin embargo hace ya unas cuatro décadas ya hubo un coche que quiso incorporar toda la tecnología de la telefonía de la época. Más o menos.
Ese mismo coche rompedor puede que sea una de las compras de coche más extrañas que jamás alguien pueda hacer, porque combina la locura de un coche hot-rod con una enorme cabina telefónica instalada sobre su chasis. Exacto, una alta y rectangular cabina telefónica a un hot-rod pegada.
Inspirado en un modelo del padre de KITT
Su creador es un canadiense llamado Gerry Nimz, y a decir verdad su idea no es revolucionaria, sino que se inspiró en un modelo de Carl Casper, uno de los mayores creadores de coches para el cine, padre entre otros del icónico KITT de «El coche fantástico» o el General Lee “Los Dukes de Hazzard”. Tomándolo como referencia construyó un modelo aún más agresivo y con forma de hot-rod a finales de los 70 utilizando como base el chasis de un Ford e instalando una cabina Northern Electric.
Tras su creación el modelo se fue dejando ver por distintos eventos tanto en Norteamérica como en Europa donde debutó en 1981 en el Essen Motor Show en Alemania. Fue allí donde un coleccionista local quedó tan impresionado con la creación que acabó comprándoselo a Nimz para añadirlo a su numeroso garaje. Unas cuantas décadas décadas después volvió a la palestra con el objetivo de transformar lo que no dejaba de ser un show car en un hot-rod totalmente funcional.
Curiosa manera de despertar un V8
Para ello se recurrió a un enorme y clásico motor V8 de General Motors de los 60 que según se comenta podría ofrecer una potencia de 375 CV, que van directos a las ruedas traseras a través de una transmisión automática de Turbo-Hydramatic 350, una vez se acciona un curioso acelerador colocado justo en el disco de marcar del clásico teléfono. También cuenta con un freno de mano hidráulico e incluso dirección asistida, aunque el volante no se ve por ningún lado.
Ahora este extraño vehículo parece que vuelve a estar en el mercado con un precio inicial de más de 130.000 dólares, unos 118.580 euros. Un precio quizás demasiado alto para un vehículo tan poco práctico y cómodo como este, especialmente ahora que ni siquiera puede circular y necesita de algunos retoques para volver a la carretera. Aunque a cambio su futuro propietario se asegurará no pasar nunca desapercibido.
Fuente: Car And Driver