Walter Toapanta, desde Punta Arenas, Chile.
Al extremo sur del continente americano, a la maravillosa y temida Patagonia chilena viajamos en representación de revista ACELERANDO para visitar la planta demostrativa de Haru Oni que empezó a producir gasolina sintética desde diciembre pasado. Al momento fabrican 130.000 litros y es utilizada en los vehículos Porsche que participan en competencias automovilísticas en Europa. Está previsto que en 2026 se elaboren 55 millones de litros de e-Fuels.
La planta fue inaugurada el 20 de diciembre pasado con la presencia de autoridades del gobierno chileno y de dos de los máximos ejecutivos de Porsche: Bárbara Frenkel, miembro del Consejo Ejecutivo de Compras de Porsche AG y Michael Steiner, de la junta directiva de la marca.
Aquel histórico día, culminó con el tanqueo de un Porsche 911 azul genciana con el nuevo y extraordinario combustible, casi neutro en carbono, por parte de Bárbara Frenkel.
Y cinco segundos después, el 911 iba a la deriva… Al volante estuvo Michael Steiner, responsable de investigación y desarrollo, quien había viajado a Chile para el evento.
Su misión consistía en dar una o dos vueltas a la base del enorme aerogenerador para los equipos de prensa y los fotógrafos que le esperaban.
Como alguien ahí presente dijo: “Un Porsche 911 es un Porsche 911”. No hubo modificaciones en absoluto en el deportivo, solamente con la nueva gasolina.
Entonces, sucedió lo que tenía que suceder. Steiner dio gas al 911, ejecutando un espectacular derrape por la parte trasera de la turbina. Las revoluciones del motor subieron, se levantó un poco de polvo y se hizo un poco más de historia: el primer derrape realizado con el nuevo e-Fuels de Haru Oni. Solo bastaron cinco segundos para la emoción entre los presentes en aquel histórico día.
En busca de un aire más limpio
A orillas del Estrecho de Magallanes, en la ventosa Patagonia, Porsche ha invertido mucho en la planta denominada HIF (Highly Innovative Fuels), para la construcción y desarrollo industrial de eFuels, una de las primeras en el mundo para la fabricación de gasolina desde cero.
Con ese espíritu pionero y muy arraigado en su ADN, Porsche inició hace años la búsqueda de un combustible sintético que permitiera a los motores de combustión funcionar de forma casi neutra en cuanto a emisiones de CO2.
Haciéndose eco de las palabras del propio Ferry Porsche, quien dijo que no podía encontrar el auto deportivo con el que soñaba, así que decidió construirlo él mismo.
El fabricante de autos deportivos no pudo encontrar el combustible que quería, así que invirtió más de 100 millones de dólares estadounidenses y aportó su capacidad de gestión de proyectos y su enorme conocimiento de los motores de alto rendimiento para respaldar a HIF en sus esfuerzos por conseguir combustibles limpios.
La planta está situada a las afueras de Punta Arenas, en un lugar donde las turbinas eólicas funcionan a plenitud hasta cuatro veces más que en los lugares más ventosos de Alemania.
La fábrica produce gasolina dividiendo el agua en sus componentes constituyentes de hidrógeno y oxígeno en el primer paso. Luego libera este último a la atmósfera, en palabras de uno de los ingenieros chilenos, «es como un árbol sintético» y luego combina el hidrógeno con el CO2, que de otro modo estaría en la atmósfera, como metanol. A continuación, un proceso final convierte ese metanol en gasolina.
Incluso si el producto acabado se enviara a Europa a escala industrial prevista, el transporte generaría muy poco CO2, sobre todo si se compara con la cantidad que la fabricación del combustible elimina de la atmósfera.
Aunque Porsche sigue muy comprometida con la electromovilidad y con el objetivo de venta de más del 80% de sus carros con un sistema de propulsión totalmente eléctrico en 2030, siempre ha fabricado autos de la máxima calidad y atractivo, con el resultado de que un gran número de los vehículos Porsche producidos a lo largo de los años siguen circulando por las carreteras.
El tipo de combustible que se produce en esta planta piloto permitirá que los motores de esos autos funcionen en el futuro sin necesidad de quemar combustibles fósiles.
En palabras de Steiner, «No sólo en Porsche. Hoy en día circulan por las carreteras de todo el mundo unos 1.300 millones de vehículos con motor de combustión. Y, según las previsiones, esta cifra no va a disminuir significativamente en los próximos 15 años, a pesar del auge de la electromovilidad».
Más allá de los vehículos, en la ceremonia inaugural se habló mucho de la necesidad de este combustible regenerativo en los sectores de la aviación y el transporte marítimo.
Pero, para empezar, los 130.000 litros por oreja que se producen en Haru Oni se utilizarán en la Supercopa Porsche Mobil 1 y en todo el mundo en otros proyectos como los Centros Porsche Experience.
En 2026 se espera que en Haru Oni se produzcan 55 millones de litros de combustible y sólo dos años después, 10 veces esa cantidad.
Haru Oni es un símbolo de esperanza en la lucha contra el cambio climático, por un futuro más sostenible… y en el que también podría sonar la música de un motor Porsche.
¿Por qué hay una planta de combustible en el sur de Chile?
El sur de Chile ofrece condiciones ideales para la producción de combustibles regenerativos, ya que el viento sopla unos 270 días al año y permite que los aerogeneradores funcionen a su máxima potencia.
Punta Arenas también se encuentra cerca del Estrecho de Magallanes. Desde el puerto de Cabo Negro, el eFuels sintético puede transportarse como los combustibles tradicionales por todo el mundo y distribuirse utilizando la infraestructura existente.
Porsche está trabajando para conseguir un balance neutro de CO2 en toda la cadena de valor de aquí a 2030. Esto también incluye una fase de uso neutro de CO2 para los futuros modelos totalmente eléctricos.
Los combustibles sintéticos complementan la electromovilidad y forman parte de la estrategia de sostenibilidad del fabricante de automóviles deportivos. Porsche ya ha invertido más de 100 millones de dólares en el desarrollo y la producción de combustibles. Por ejemplo, invirtió 75 millones de dólares en HIF Global LLC en abril de 2022. Esta empresa planifica, construye y opera plantas de combustibles en Chile, Estados Unidos y Australia.
A bordo de un Porsche Panamera por la Patagonia
La visita de un grupo de 12 periodistas latinoamericanos a la planta de Haru Oni y su posterior recorrido de más de 320 km a bordo de siete Porsche Panamera tuvo dos motivos supremamente poderosos: probar el rendimiento de estos autos con el combustible sintético y evocar la famosa carretera Panamericana o también conocida como la Ruta 9 en el extremo sur de Chile.
Recordemos que una de las primeras pruebas internacionales en las que Porsche tuvo éxito fue en la Carrera Panamericana de 1953, al siguiente año, Han Herrman llevó al 550 Spyder a la victoria en su categoría y al tercer lugar en la clasificación general.
La Carrera Panamericana empezó en México en 1950. Hubo competencias hasta 1954. La icónica prueba se reinició en 1988 hasta la actualidad.
Para la Patagonia chilena, Porsche llevó en barco desde Stuttgart hasta Punta Arenas siete Panameras: Panamera 4S, Panamera 4S E-Hybrid, Panamera 4S Sport Turismo, Panamera 4 E-Hybrid Platinum Edition, Panamera S Sport Turismo, Panamera Turbo S E-Hybrid y Panamera Turbo S E-Hybrid Sport Turismo.
La aventura empezó en Puerto Natales
A la salida del aeropuerto de Punta Arenas nos esperaba una flota de siete Porsche Panameras. En cada auto íbamos dos periodistas y raudamente nos dirigimos a Puerto Natales donde se encuentra la planta Haru Oni.
Allí, tras recibir algunas explicaciones de los anfitriones y de los representantes de la marca alemana, realizamos un recorrido guiado por las entrañas de la novedosa fábrica de combustibles. Una enorme eólica en el centro del campo es el sello de presentación de esta infraestructura que se levanta sobre un terreno de 5.5 hectáreas.
El momento clave fue cuando tanqueamos combustible sintético a los Panameras. En el corto recorrido entre Haru Oni y Punta Arenas (35 km) no se sintió ninguna diferencia de potencia entre la gasolina tradicional y la sintética. El motor del Panamera rugió fuerte, encantador, pero también temido.
Recorrido por la octava maravilla natural del mundo
Al siguiente día, muy temprano, emprendimos una aventura inolvidable recorriendo lugares recónditos como Puerto Natales, una ciudad colonizada en el siglo XIX por alemanes y españoles.
Sin duda, esta travesía por carretera fue para experimentar de primera mano el rendimiento del combustible regenerativo. La eficacia en el consumo con estos autos de última tecnología que permiten conducir en los modos que uno quiera (eléctrico, híbrido o netamente de combustión), pero siempre con la potencia y torque de un motor biturbo de Porsche.
Puerto Natales tiene un telón impresionante al frente y sus alrededores como la industria ganadera ovina, el Parque Nacional Torres del Paine, considerado como la octava maravilla natural del mundo, declarado como Reserva de la Biósfera por la UNESCO, una zona protegida de la fauna y la flora más valiosa de Chile.
Está ubicado entre los bosques subpolares de Chile y las estepas desérticas de la vecina Punta Arenas y Argentina.
El Parque Nacional alberga más de 100 especies diferentes de aves, 25 de mamíferos y unas 270 especies de flores y arbustos.
Llamada así por los patagonés, una mítica raza de gigantes autóctonos, la región de la Patagonia, de un millón de kilómetros, comprende el extremo sur de Sudamérica, bordeada al este y al oeste por los océanos Pacífico y Atlántico y desde el río Colorado, al norte, hasta el Cabo de Hornos, al sur.
Sin duda, el tour a bordo de un Porsche Panamera fue emocionante. Prácticamente nos fuimos por la ruta del Fin del Mundo que tiene un aire ligeramente siniestro. Recorrimos 320 km entre el Parque Nacional Torres del Paine, al norte, y Punta Arenas, al sur. Pero también estuvimos en el Fuerte Bulnes y en la península de Brunswick.
Al final del tour, la computadora del Panamera registraba más de un cuarto de reserva del combustible sintético.
Los modelos de Panamera que conducimos en la Patagonia
-Panamera 4S. Motor de 2.9 litros, 440 CV, seis cilindros, de 0 a 100 km/h acelera en 4,3 segundos y su velocidad máxima es de 295 km/h.
-Panamera 4S E-Hybrid. Potencia combinada 412 kW/560 PS, de 0 a 100 km/h acelera en 3.7 segundos, velocidad máxima 298 km/h.
-Panamera 4S Sport Turismo. Motor de 2.9 litros, seis cilindros, potencia 441 CV/324 kW, torque 550 Nm, de 0 a 100 km/h acelera en 4.1 segundos y su velocidad máxima es de 289 km/h.
-Panamera 4 E-Hybrid Platinum Edition. Motor 2.9 litros, seis cilindros, potencia 462 CV, torque máximo 700 Nm a 1.100 rpm, caja automática de ocho velocidades, de 0 a 100 km/h acelera en 4.4 segundos, velocidad máxima es de 280 km/h.
-Panamera Turbo S Sport Turismo. Motor 4.0 litros, potencia 630 CV/463 kW, torque máximo 820 Nm, de 0 a 100 km/h acelera en 3.1 segundos, velocidad máxima 315 km/h.
-Panamera Turbo S E-Hybrid. Motor de 4.0 litros, ocho cilindros, 700 caballos de potencia, de 0 a 100 km/h acelera en 3.2 segundos y su velocidad máxima es de 315 km/h.
-Panamera Turbo S E-Hybrid Sport Turismo. Motor 4.0 litros, ocho cilindros, 700 caballos de potencia a 5.750 rpm, torque máximo 870 Nm, de 0 a 100 km/h acelera en 3.2 segundos, velocidad máxima 315 km/h.