Césped artificial, pistas de atletismo, losetas son algunas de las utilidades que se les pueden dar a los neumáticos cuando ya no son adecuados para circular y quedan fuera de uso.
De hecho, tal y como aseguran desde TNU, empresa especializada en el tratamiento de neumáticos usados, cada año se desechan en España 300.000 toneladas. Suponen un grave problema ecológico si tenemos en cuenta que son necesarios 10 siglos para que un neumático se degrade y desaparezca de la naturaleza. De hecho, si no los reciclamos, siempre estarán allí donde los dejemos.
Reciclaje necesario
Para hacernos una idea de lo que suponen estas cifras, si pusiésemos uno junto a otro los neumáticos usados correspondientes a las 360.630 toneladas que han tratado hasta la fecha en TNU, formarían una cadena de 30.500 kilómetros que daría casi ocho vueltas a la Península Ibérica o más de dos y media al planeta. Si por el contrario fuesen apilados uno encima de otro, llegarían a medir 9.400 kilómetros de altura, la distancia a la que orbita el sistema de satélites Odyssey.
Su reciclaje por eso es una tarea titánica y por eso iniciativas encaminadas a darles un nuevo uso suponen todo un acierto. La que nos ocupa se llama RARx y es un aditivo que se utiliza en la fabricación de asfalto para carreteras. Lo produce la empresa española Cirtec (formada a su vez por varias compañías) y es un producto innovador y ecológico compuesto en un 65% por polvo de neumáticos fuera de uso.
Según sus creadores RARx es más sostenible que los compuestos actuales y además mejora la duración del firme. Se aplica como si de un aditivo se tratase y se mezcla con los componentes que se utilizan en la fabricación del asfalto. Permite además sustituir algunos que son bastante más contaminantes como diferentes polímeros.
Rentabilidad asegurada
Asimismo, mejora la duración del asfalto y evita las fisuras y roderas. También permite tener un pavimento ultradelgado pero de gran duración y más silencioso que las superficies actuales. Todo ello
además con una mejora ambiental dado que se trata de un material reciclado.
El RARx se envía a las plantas de fabricantes de asfalto en un camión cisterna y se puede almacenar en los silos que se utilizan estas empresas. De esta forma se puede utilizar en la cantidad necesaria según las prestaciones que se quieran conseguir.
Desde el punto de vista económico también es más rentable dado que permite utilizar menos capas en el asfaltado. Además, disminuye los costes de conservación del firme de la carretera o vía debido a la mayor duración de la mezcla asfáltica fabricada con caucho.
Diferentes países
Este aditivo ya se ha utilizado en un gran número de infraestructuras tanto de España como en otros países del mundo. En concreto en 390 kilómetros de carreteras que han supuesto 3.903 toneladas de polvo de caucho.
Por ejemplo se ha usado en infraestructuras de Málaga, Granada, Zamora o Fuerteventura. En otros países en México, Italia, Alemania e Indonesia.