Ha ganado dos títulos en Yahuarcocha en 2021 y 2022. Sus dos compañeros de fórmula son Juan José Rivera y Sebastián Calero. Su mejor mecánico es Fernando Patiño. El bicampeón nacional de pista es Luis Ávila, un hombre de pocas palabras, pero intenso dentro de la pista. Aquí el diálogo con ACELERANDO, disponible en la edición 97, ya en circulación.
¿Cómo se dio su incursión en el automovilismo?
Fue hace algunos años. Lo que más recuerdo fue haber tenido una camioneta Datsun 1200 preparada. Siempre tuve en mente mejorar y llegar a tener un auto potente.
¿Cuáles fueron sus primeras carreras?
Empecé en los cuartos de milla, siempre participando en la categoría Fuerza Libre en un Volkswagen GTI MK4 turbo. Fue en 2002. Luego en trepadas de montaña en Ambato en la cual fui campeón en mi categoría.
¿Por qué eligió las carreras de pista y no de rally?
Siempre fue mi anhelo de tener un auto de pista. Antes de ser piloto, era un aficionado apasionado que asistía a cada competencia que se desarrollaba en Yahuarcocha.
¿Por qué eligió un Evo X para competencias pisteras?
Con el Volkswagen GTI turbo preparado desde cero para pista tuve muchos inconvenientes en cada carrera. No logramos calibrar. Es excelente auto, pero no pudimos llevarlo a la excelencia, entonces opté por tener un auto fiable y decidí por un Mitsubishi Evo X.
¿Qué significa para usted ser un bicampeón nacional?
El primero fue de mucha alegría y orgullo, porque veníamos desarrollando el auto en la pista. Cuando obtuve el título fue lo que mejor que he pasado en las competencias automovilísticas. Fue un sueño hecho realidad. El segundo campeonato fue el objetivo mío y del equipo para seguir creciendo y mejorando en el manejo y desarrollo del auto. Al final de 2022, cuando logramos ese campeonato, fue para nosotros algo histórico que con un Evo X que es más para rally logramos un título en una pista.