Damiler y su subsidiaria Mercedes-Benz USA hace un mes anunciaron que habían llegado a un acuerdo económico con las autoridades de Estados Unidos para cerrar su caso de Dieselgate. El acuerdo contemplaba pagar más de USD 1 250 millones por reclamaciones civiles y medioambientales. A eso, le sumarían otros USD 736 millones del acuerdo de la demanda colectiva por la venta de 250 000 turismos y furgonetas diésel equipados con un software ilegal.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses aprobaron el acuedro “sin llegar a ninguna determinación” sobre los dispositivos. Se estima que es la mayor sanción civil por vehículo en Estados Unidos. Daimler deberá pagar USD 2 200 millones para resolver una investigación gubernamental, por el exceso de emisiones diésel en vehículos de pasajeros y furgonetas.
La sentencia impone una multa civil de USD 875 millones, lo que equivale a USD 3 500 por cada vehículo vendido en EE UU, la mayor sanción por vehículo que se haya impuesto hasta la fecha en ese país. La compañía alemana deberá reparar todos los vehículos afectados, sin ningún costo para el consumidores, lo que representa retirar las unidades y darles un servicio técnico para que cumplan con los estándares de emisiones de la Ley de Aire Limpio. Se estima que el costo será de USD 400 millones.
La reparación irá dirigida a los propietarios y arrendatarios de automóviles de pasajeros diésel Mercedes-Benz BlueTEC II de 2009 a 2016 y Mercedes-Benz y Freightliner BlueTEC de 2010 a 2016, y furgonetas Sprinter diésel registradas en Estados Unidos.
Jeffry Rosen, subsecretario de Justicia de EE UU, manifestó que el acuerdo, que sigue a una investigación de casi 5 años, “»servirá para disuadir a cualquier otro que pueda verse tentado a violar las leyes de contaminación de nuestra nación en el futuro».
Daimler explicó que aceptó desembolsar ese dinero, para «evitar largas acciones judiciales con los respectivos riesgos legales y financieros» y además porque se oficializará la presencia de este software ilegal, por parte de las autoridades.
«La empresa niega las alegaciones de las autoridades, así como las reclamaciones de los demandantes de la demanda colectiva y no admite ninguna responsabilidad ante los Estados Unidos, California, los demandantes o de otro tipo», señaló la automotriz.
En septiembre de 2019, Daimler ya pagó una multa de aproximadamente USD 900 millones a las autoridades alemanas por infringir las regulaciones sobre emisiones diésel.