Desde hace tiempo, dos equipos, dos pilotos y una afición vibrante han soportado tensiones de emoción, ansiedad e incluso desesperación al ver en la pista de alta competencia a dos competidores luchando metro a metro, curva tras curva, por el liderazgo y la ansiada victoria.
Este emocionante espectáculo tuvo lugar la noche del sábado 7 de diciembre en el autódromo colombiano de Tocancipá. Pocas veces se ha visto este tipo de remates inolvidables en una competencia de larga duración.
El colombiano Thomas Steuer, a bordo de un Radical SR3, y el ecuatoriano Mateo Villagómez, en un Radical PR6, protagonizaron una de las batallas más emocionantes y dramáticas en la historia de las 6 Horas de Bogotá, un evento que se celebra cada diciembre desde hace 39 años.
En un final lleno de dramatismo, Villagómez cruzó la meta como el triunfador, logrando la victoria por solo milésimas de segundo sobre Steuer, quien finalizó en la segunda posición. El equipo de Villagómez, que incluye a sus hermanos mayores Xavier Gonzalo y Miguel Alberto, completó un total de 250 vueltas al autódromo de 2.725 metros. A pesar de que Steuer también registró 250 vueltas, el ecuatoriano logró imponerse con una diferencia mínima de 0.764 milésimas de segundo. Junto a Steuer, el equipo subcampeón incluyó a David y Andrés Méndez.
El tercer puesto del podio fue para el equipo colombiano conformado por Santiago Lozano, Jaime Mor y Niko Fondrini, quienes compitieron en un BMW y terminaron a 12 vueltas de los ganadores.
Regresando a la intensa competencia entre Villagómez y Steuer, Mateo asumió el mando de su Radical PR6 durante las dos horas finales, partiendo con una aparente ventaja de dos vueltas sobre el segundo clasificado.
Sin embargo, tan pronto como comenzó a acelerar, el motor del auto de Mateo se apagó sin explicación, lo que le costó un promedio de 1.5 segundos por vuelta. Mientras tanto, hizo lo posible por resolver el problema; cada vez que el auto fallaba, tenía que reiniciarlo y acelerar de nuevo para no perder más tiempo ante sus rivales.
Los problemas persistieron hasta que, en la última media hora de la carrera, los equipos de los Méndez y Steuer lograron superar a Mateo, quien enfrentaba las dificultades de manejar un auto que se apagaba repetidamente.
Sin embargo, el piloto ecuatoriano no se dejó desmoralizar y continuó presionando hasta que, en los últimos 10 minutos de la carrera, logró acercarse a su rival. Además, hubo varios «Safety Cars» que aparecieron por daños mecánicos en algunos autos y despistes en la pista lo que alivió de alguna forma a Villagómez.
Cuando quedaban poco más de cinco minutos para el final, un nuevo «Safety Car» aglutinó a los líderes, con Steuer en primera posición. Apenas se mostró la bandera verde, Mateo Villagómez aceleró su auto y tomó el primer lugar, manteniéndose al frente hasta el final.
Los dos últimos minutos fueron una intensa prueba para ambos pilotos. Nadie cedió un centímetro, y el Radical de Steuer incluso chocó la parte trasera del auto de Villagómez, provocando una abolladura que, a su vez, presionó sobre el neumático posterior izquierdo, generando un extraño humo blanco.
Mateo luchó como un titán y cruzó la meta con lo último de sus fuerzas. Sin embargo, al intentar frenar, su auto no respondió y terminó chocando contra una muralla de neumáticos.
«No sentí nada en ese momento. Estaba tan emocionado que esperé un poco antes de cruzar la pista para abrazar a mi equipo, a mis hermanos y a mis papás», comentó Mateo a ACELERANDO. «Al día siguiente, sentí fuertes dolores en el cuello y en todo el cuerpo por el latigazo».
Mateo también confesó que, al ver el video de la carrera, especialmente el final, quedó sorprendido por su actuación. «No me di cuenta de cómo manejé en ese momento. Creo que ha sido una de las victorias más emocionantes en la historia de nuestro equipo Abro del Ecuador».
Cabe destacar que Mateo Villagómez llegó desde Europa días antes de la carrera, tras consagrarse campeón europeo en el FFSA GT4 con Aston Martin en Francia y terminar quinto en el European Series GT4. Su hermano Miguel también tuvo una destacada participación en el Campeonato IMSA de Estados Unidos, lo que dio mayor realce a esta histórica victoria ecuatoriana.