El mantenimiento preventivo vehicular es un factor clave en la seguridad vial del transporte pesado. Más aun considerando que los daños mecánicos previsibles y la falla mecánica en los sistemas y/o neumáticos (sistema de frenos, dirección, electrónico o mecánico) forman parte de las causas de los accidentes en las vías ecuatorianas, según las estadísticas oficiales. Además, los buses y camiones representaron el 10% de los automotores involucrados en los siniestros registrados entre enero y mayo de este año (conforme las últimas cifras de la Agencia Nacional de Tránsito) y en el 15% de las muertes en sitio también se vieron involucrados este tipo de unidades.
De acuerdo con Geovanni Proaño, Gerente Nacional de Servicio de Teojama Comercial, “es más seguro y menos costoso aplicar medidas preventivas, que correctivas”. Pensando en esta situación y en las estadísticas, el especialista brinda recomendaciones sobre las piezas que requieren atención o cambio a los 10 mil kilómetros, para buses y camiones.
Sobre las ventajas del mantenimiento preventivo:
- Garantizar el correcto funcionamiento de todos los sistemas del automotor.
- Anticiparse ante gastos innecesarios cuando se trata de medidas correctivas.
- Prolongar la vida útil de los vehículos, así como lograr un buen precio de reventa.
- Reducir el riesgo de siniestros en carretera ante el desgaste o fallo de una pieza.
Sobre los parámetros a considerar para el mantenimiento preventivo:
- Geovanni Proaño explica que el mantenimiento recomendado para buses y camiones es cada 10 mil kilómetros. “La marca Hino establece criterios en unidades de tecnología Euro III, como parámetros de calidad en los lubricantes, ya que la eficacia de los aditivos y compuestos químicos que contienen los lubricantes es esencial para el buen estado de todos los componentes de la unidad”, indicó. Además, para llegar a dicho intervalo, los buses y camiones deben utilizar los repuestos originales o genuinos.
- Por otro lado, los conductores de camiones y transportistas de buses urbanos y camiones de reparto deben considerar que estar en carretera todo el día, implica que la unidad experimente mayor desgaste. Razón por la cual pueden necesitar mantenimiento a los 5 mil kilómetros debido a que los motores pasan encendidos entre 8 y 10 horas diarias. Es diferente el caso de un automóvil o unidad que realiza trayectos cortos.
Sobre las piezas que requieren atención a los 10 mil kilómetros:
El mantenimiento preventivo consiste en una revisión preventiva en todos los elementos físicos de la unidad; que son considerados piezas clave para la seguridad activa y pasiva de los buses y camiones; siendo los más vitales: sistema de frenos, regulación de embrague, sistema eléctrico, neumáticos, suspensión, lubricación, cambio y filtro de aceite de motor, filtro primario y secundario de combustible.
- Aceite y filtro de motor: Presenta alta degradación, por lo que requiere cambio. Los riesgos de desgaste son el recalentamiento de las partes móviles por falta de lubricación.
- Filtro primario y secundario de combustible: El cambio es importante ya que a los 10 mil kilómetros presenta pérdida de filtración. Lo que ocasiona el paso de partículas hacia el sistema de inyección que tapona los elementos.
- Batería: Requiere rotación ya que al haber cumplido el recorrido ocasiona un desgaste acelerado y prematuro de las placas internas de la batería.
- Frenos: La necesidad al llegar a los 10 mil kilómetros es de regulación del sistema. Entre las desventajas de saltarse el mantenimiento es la disminución de la eficiencia de frenado, así como mayor vida útil de las zapatas.
- Alineación, balanceo y rotación de llantas: Generalmente los neumáticos requieren de la atención de estos tres pasos ya que sufren un desgaste desigual de la banda de rodadura.
Embrague: La regulación de este componente es vital para dotar de mayor vida útil del disco del embrague.