Cada dos por tres estamos viendo cómo marcas de lujo lanzan artículos insultantemente caros para satisfacer los caprichos de los ricachones dueños de sus modelos. La última en hacerlo ha sido Rolls-Royce, que ya cuenta en su catálogo de elementos opcionales con un mini bar que cuesta lo mismo que muchos de los coches nuevos actuales de más de 200 CV… e incluso de 300. Por ejemplo, ¿tú qué prefieres? ¿Este juego de muñecas para comer y beber como si de un marqués se tratase, o un Nissan 370Z nuevo?
Y he dicho un Nissan 370Z porque ha sido el primer deportivo que se me ha venido a la cabeza. Con las 37.000 libras que cuesta, que al cambio son más de 42.000 euros, puedes permitirte también casi cualquier hot-hatch, un Mazda MX-5, un Ford Mustang… ¿quieres que siga o ya tienes las manos en la cabeza? De hecho, arrimando un poco más de pasta puedes hacerte con algún Mercedes-AMG A35 con pocos km; o con un Tesla Model 3 si tienes un espíritu ecofriendly.
Pero bueno, tampoco hemos de subestimar el juego de champán de Rolls-Royce. Representa la forma más excesiva, lujosa y ostentosa de transportar bebida y comida; y eso hay que pagarlo, claro. Según la marca, estamos ante un accesorio «destinado a deleitar, adecuado para los entornos más extravagantes, desde un súper yate hasta una residencia privada». Además, «favorece la convivencia y las relaciones con los familiares, los amigos más cercanos y los posibles socios comerciales». Veredicto: precio totalmente justificado.
Este mini bar de Rolls-Royce está fabricado en aluminio y fibra de carbono, recubierto de cuero negro y con inserciones en madera. En él hay un juego de champán para cuatro personas. Basta con presionar un botón para que se abra la tapa superior y los lados del cofre se extiendan hacia fuera, mostrando cuatro copas de cristal para champán hechas a mano que «tienen la intención de recordar a un motor V12». Como cabría esperar, el champán elegido por el propietario del mini bar alcanzará y mantendrá en él su temperatura ideal.
Por si todo esto no fuera suficiente, también incorpora dos lujosas cucharas y dos cuencos refrigerados con el objetivo de acompañar el champán con un poco de caviar. Lo típico de cualquier martes por la tarde. Así que no lo dudes. El mini bar de Rolls-Royce quedará precioso al lado de tu libro de Bentley de más de 200.000 euros. Lo que se dice un dinero bien gastado.
Fuente: www.topgear.es