Jaguar inició, en 1963, la fabricación de una serie especial del Tipo E destinada a las carreras de GT de la época. Se trataba de versiones aligeradas y potenciadas realizadas sobre la base de la carrocería descapotable pero con un techo de aluminio en lugar de la capota de lona.
Conocidas como Lightweight, estas unidades se destinaron a competición y hoy son los Tipo E más cotizados dada su rareza. De los 18 ejemplares previstos, Jaguar sólo fabricó 12.
Ahora, medio siglo después, el Departamento de Historia de la marca ha decidido completar la serie con las seis unidades restantes que venderá a más de un millón de euros la pieza; es el precio a pagar por estrenar un auténtico clásico.
Puede parecer caro pero si tenemos en cuenta que los Lightweight originales, cuando cambian de manos lo hacen por precios que superan ampliamente los tres millones de euros, hay que reconocer que pagar un millón por uno completamente nuevo (aunque sin pedigree deportivo) deba considerarse casi un chollo. Como os podéis imaginar, los seis están vendidos desde hace meses.
El coche está completamente construido en aluminio con las técnicas originales y con moldes producto de une scaneado de coches originales. Son de este material el chasis y la carrocería (que ahorran 114 kilos en relación a los mismos en acero), la estructura de los asientos y el salpicadero y el motor, un seis cilindros en línea de 3,8 litros que rendía 335 CV.