Para muchos, el Hongqi L5 es un vehículo desconocido; sin embargo, en el mercado chino se vende como una berlina retro de “ultralujo”. Este modelo fue presentado por primera vez en 2014 y fue utilizado como el auto oficial de los organismos chinos. Varios medios especializados lo han catalogado como el ‘Rolls Royce chino’, y la comparación le queda bien.
Hongqi, que en inglés significa «bandera roja», recientemente presentó la segunda generación del L5. Su diseño exterior, con estilo “retro”, cuenta con un frontal con una nueva parrilla inferior e incluso más cromo que antes. También han retocado detalles como los intermitentes laterales, que, en un giro inesperado, representan una bandera roja.
Se mantiene la misma combinación de faros de estilo retro, cuya imagen se inspira en el primer modelo que hicieron en 1955 y que fue el primer coche chino fabricado de manera independiente. En el lateral, encontramos mucho brillo, sí como un perfil similar al del Phantom y una pintura bicolor. La parte trasera tiene un parachoques rediseñado con tubos de escape de buen tamaño e iluminación LED vertical.
Todavía no se conocen las opciones de motorización, pero el L5 que aún se vende con un V12 de 6.0 litros y 408 CV y el precio aproximado del modelo saliente es de más de medio millón de dólares. Todavía no conocemos el precio de la nueva generación, pero de seguro estará al alcance de los magnates chinos. El L5 mide 5,55 metros de largo, tiene ruedas de 275/40 R20 y pesa más de tres toneladas.
El lujo se expresa al máximo en el interior, que ahora parece tan opulento como antes, con extravagantes combinaciones de colores, jade auténtico, butacas individuales en los asientos traseros y muchas pantallas.