El uso de combustible sintético en la máxima categoría del automovilismo lleva tiempo en análisis en la FIA, y es una parada clave en la hoja de ruta de la Fórmula 1 para las próximas temporadas.
El presidente de la FIA, Jean Todt, confirmó en una entrevista que un combustible ecológico podría llegar a la F1 en 2023, cuando se “descongelen” los motores.
«Si tenemos éxito en el uso de combustibles electrónicos a partir de 2023, también seremos flexibles a la hora de elegir la arquitectura del motor. Entonces también puedes pensar en una unidad de potencia menos compleja siempre que siga siendo eficiente».
Esta sería una carta de invitación para que Volkswagen se una a la categoría. En declaraciones pasadas, Herbert Diess, jefe de la marca, afirmó que la Fórmula 1 con combustibles sintéticos sería más atractiva que la Fórmula E.
Ante ello, Jean Todt afirmó: «He oído hablar de estas declaraciones, pero no las he escuchado del Sr. Diess. Por eso, no sé si realmente lo dijo con la intención de entrar en la Fórmula 1. Si lo hizo, solo puedo decirles que le doy la bienvenida a la Fórmula 1».
Se estima que el combustible sintético reduzca en un 80% las emisiones de los monoplazas de la F1, según cálculos de la FIA. Este tipo de gasolina obtiene sus componentes de elementos ajenos al petróleo, lo que supone una reducción del 100% de CO2 en su proceso de producción, pero los motores a combustión lo seguirán haciendo.
Recientemente, la Fórmula 1 se propuso eliminar toda huella de carbono de la competición antes de 2030. Además, se espera que en 2025, se deje de utilizar plástico en los Grandes Premios, por parte de pilotos, equipos, organización y aficionados.