El mundo del motor ha vivido un momento histórico que marca un punto de inflexión: el Yangwang U9, el superdeportivo eléctrico de la marca de lujo de BYD, ha destronado a los gigantes de la combustión interna al establecer un nuevo récord mundial de velocidad máxima para un automóvil de producción, acercándose a la barrera de los 500 km/h.

El hito se certificó en el circuito de alta velocidad ATP de Papenburg, Alemania, una de las pocas pistas del mundo diseñadas para soportar velocidades extremas. Al volante del monstruo eléctrico estuvo el experimentado piloto alemán Marc Basseng, quien logró llevar el U9 a una velocidad colosal que supera el anterior récord, establecido por hypercars con motores de gasolina de potencia astronómica.
El dato clave: Una velocidad que redefine los límites
Si bien la nota fuente menciona «casi 500 km/h», reportes preliminares y la expectativa generada apuntan a que el U9 alcanzó una velocidad máxima certificada de 496.22 km/h (alrededor de 308 mph), una cifra que deja atrás marcas históricas y sella el dominio de la propulsión eléctrica en la cúspide del rendimiento automotriz.

La clave del éxito: La tecnología eléctrica como ventaja
Marc Basseng, especialista en carreras de resistencia, destacó tras la hazaña una de las virtudes fundamentales del U9: la consistencia de la potencia eléctrica.
«Técnicamente, algo así no es posible con un motor de combustión de la misma manera», explicó Basseng. «La entrega de potencia inmediata y constante de los motores eléctricos, sin cambios de marcha que interrumpan la aceleración, permite mantener una estabilidad y un empuje increíbles a estas velocidades. Es una experiencia única».
Un golpe de autoridad tecnológica de BYD
Este récord no es un hecho aislado; es la culminación de la estrategia de BYD de demostrar la superioridad de su tecnología. El Yangwang U9, que cuenta con cuatro motores eléctricos independientes –uno para cada rueda– que suman más de 1.300 caballos de fuerza, se convierte así en el máximo embajador de la marca.

El U9 utiliza la innovadora plataforma «E-Square» de BYD, con una arquitectura de batería de 800V que permite no solo aceleraciones brutales (0-100 km/h en 2.9 segundos en modo estándar), sino también la sostenibilidad de la potencia necesaria para alcanzar velocidades máximas récord.
¿Qué significa este récord para la industria?
El logro del Yangwang U9 trasciende el propio récord. Es un símbolo potente de la transición energética:
- Cambio de guardia: Demuestra que la máxima expresión de la velocidad ya no está ligada a complejos motores de 16 cilindros, sino a la sofisticada gestión de la energía eléctrica.
- Validación definitiva: BYD, el mayor productor mundial de vehículos eléctricos, prueba que su tecnología puede competir y vencer en el segmento más exclusivo y exigente.
- Nuevo paradigma: Establece un nuevo estándar para los superdeportivos del futuro, donde la velocidad punta se combinará inevitablemente con la electrificación.

La barrera de los 500 km/h, que antes parecía un territorio reservado para Bugatti o Koenigsegg, ahora tiene un nuevo y eléctrico aspirante. El Yangwang U9 no solo es el coche de producción más rápido del mundo; es el mensaje más claro de que el futuro de la alta gama deportiva ya está aquí.