Para el futurista Porsche 919 Hybrid éste es otro capítulo en su historia de éxito. Debutó en 2014 en la máxima categoría para los prototipos de resistencia Le Mans (LMP1) con un concepto único de sistema de propulsión. Desde entonces, Porsche ha ganado en dos ocasiones las 24 Horas de Le Mans, lo que le valió para sumar sus victorias absolutas número 17 y 18 en la mítica carrera francesa en 2015 y 2016. El año pasado, que era la segunda temporada para este joven equipo, Porsche también se quedó con el título del Campeonato Mundial de Constructores. Adicionalmente, el título de Pilotos del pasado año fue para Bernhard/Hartley/Webber, después de un angustioso final en Bahréin. Ahora, a falta de una carrera para terminar el certamen, los líderes del Campeonato son los ganadores de Le Mans de esta temporada: Dumas/Jani/Lieb. En total, de 24 carreras disputadas en tres temporadas, el Porsche 919 Hybrid ha ganado en 13 y ha obtenido 15 pole positions.
Mientras que el Equipo Porsche consigue los laureles en las pistas, los éxitos más importantes se logran en el Centro de Investigación y Desarrollo de Weissach, cerca de Stuttgart. Allí han sido concebidos los 919 Hybrid en estrecha colaboración con los ingenieros de desarrollo para vehículos de serie. El sistema de propulsión del 919 Hybrid supera los 900 caballos de potencia. Su motor de combustión cuenta con una innovadora mecánica y un reducido cilindraje. Se trata de un compacto motor V4 de gasolina de 2 litros sobrealimentado por turbo que mueve las ruedas traseras con sus casi 500 caballos de potencia. Además, dos sistemas de recuperación de energía diferentes (que usan, por un lado, la energía de la frenada del eje delantero y, por otro, los gases del tubo de escape) alimentan una batería de iones de litio, donde se almacena dicha energía. La batería suministra la energía que demanda en cada momento un motor eléctrico que acciona el eje delantero y que cuenta con una potencia adicional de más de 400 caballos.
El Departamento de Competición hizo un trabajo pionero con el diseño de los sistemas híbridos del 919. Este prototipo funciona como un laboratorio sobre ruedas para los futuros deportivos eléctricos de serie, especialmente en lo que respecta a la tecnología de alto voltaje. De esta forma, el conocimiento adquirido en los circuitos les ha permitido a los ingenieros de producción, por ejemplo, presentar el concepto Mission E, que dispone de una tecnología de 800 voltios. El primer deportivo de producción ciento por ciento eléctrico llegará al mercado en la década actual