Este 12 de abril, Cuenca celebró 468 años de fundación, reafirmando su identidad como una ciudad que honra sus raíces mientras apuesta por la innovación y el crecimiento.
En este importante aniversario, Mirasol, concesionario automotriz con más de seis décadas de trayectoria, se sumó al homenaje reconociendo que su historia también está profundamente entrelazada con el desarrollo de la capital azuaya.
«Cuenca representa tradición, dedicación y orgullo, valores con los que en Mirasol nos identificamos profundamente. A lo largo del tiempo, hemos estado presentes en la vida de muchas familias cuencanas, creciendo con ellas y respondiendo a sus nuevas necesidades”, afirmó Sucethy Ruilova, directora comercial de Mirasol.
Desde su fundación en 1960, Mirasol ha sido testigo del crecimiento urbano, social y económico de la ciudad. Su compromiso trasciende la comercialización de vehículos: es un punto de encuentro, una fuente de empleo local y un aliado constante en el camino de quienes viven, estudian, trabajan y sueñan en Cuenca.
Este compromiso continuo con la ciudad y sus habitantes ha sido reconocido a lo largo del tiempo. En 2010, Mirasol recibió un reconocimiento por su excelencia en responsabilidad social empresarial, gracias a sus proyectos comunitarios y ambientales.
Años más tarde, en 2016, General Motors le otorgó un premio por liderar en ventas digitales en la región, y en febrero de 2017, obtuvo la certificación “Excelencia en Ventas”, reflejando su atención al cliente y altos estándares comerciales.
Ese mismo año, la empresa alcanzó la certificación del programa CARC (Central Avanzada de Relacionamiento con Clientes), alineando todos sus canales de atención bajo procesos eficientes y estratégicos.
En 2021, su compromiso con la calidad y el servicio fue nuevamente reconocido al ingresar al Club del Presidente de General Motors, distinción reservada para los concesionarios con el más alto desempeño comercial y de servicio en la región.
En esta fecha especial, Mirasol renueva su promesa con Cuenca: seguir siendo parte activa de su evolución, con la misma dedicación que la ha caracterizado desde sus inicios. Porque Cuenca es su gente, su historia, y también es Mirasol.