Carlos Sainz volvió a hacer historia en el Dakar, al convertirse en el primer piloto en ganar una etapa en un prototipo eléctrico. El español se llevó la tercera etapa desde Al Artawiyah hasta Al Qaisumha, luego de recorrer 255,31 km contra el reloj, después de que las intensas lluvias en la región los últimos días obligasen a recortar la especial en 113 km.
Carlos Sainz y Lucas Cruz en el Audi 202 lograron pasar en pista antes de la primera referencia del km 49 a Sébastien Loeb, quien salía tres minutos por delante de ellos y que sufrió dos pinchazos este martes.
El piloto español, dos veces campeón del mundo de rallies y tres veces ganador del Dakar, apretó en los últimos 40 kilómetros, hasta alcanzar a Nasser Al Attiyah, que abría pista, y de esta forma Sainz se escapó para cruzar la meta en primer lugar y con el mejor tiempo, de 02:26:51.
El segundo lugar les correspondió a Henk Lategan, la joven promesa de Toyota, con 02:27:29, a 38 segundos del ganador. La jornada fue de ensueño para Audi, pues Stéphane Peterhansel quedó en tercer lugar con el Audi RS Q-etron, con 02:28:32, a 01:41 del líder.
Esta etapa fue para el olvido para los líderes, pero el que más sufrió fue Sébastien Loeb, pues perdió 33 minutos en meta con Sainz, después de sufrir dos pinchazos y tras acabar solo con tracción a las dos ruedas en su BRX Hunter T1+ 4×4. Nasser Al-Attiyah, líder de la general, cedió 05:10 respecto a Carlos Sainz.
Al terminar la etapa, se conoció una sanción en contra del qatarí, después de que los comisarios detectaran que no conectó la herramienta que registra el rendimiento de su auto. Según un comunicado oficial, Al Attiyah llegó al vivac al final de la etapa 2 del lunes con la caja negra de la FIA (que registra todos los datos de rendimiento de cada vehículo y está suministrada por Magnetti Marelli) desconectada.
Tras lo ocurrido, los comisarios decidieron imponerle una sanción de 5.000 euros que debe ser abonada en las siguientes 48 horas. Además, también le han impuesto una descalificación del Rally Dakar 2022 en suspensión, en el caso de que se repita una infracción similar en los próximos 10 días.
“Una descalificación de toda la carrera no parece proporcional, sobre todo porque el competidor ha confirmado que solucionará el problema inmediatamente para que su coche cumpla con la normativa los próximos 10 días”, concluye el texto.