Hace 55 años nacía una pequeña empresa en la locadidad Grossaspach llamada AMG, fundada por Hans-Werner Aufrecht y Erhard Melcher. A lo largo de medio siglo, AMG pasó de ser una pequeña compañía, a ser una de las marcas más respetadas y aclamada.
Ante este importante aniversario, Mercedes-AMG, presentó una edición especial del Mercedes-AMG G 63, y ahora trae un auto de competencia fuera de serie, el potente Mercedes-AMG GT Track Series de 734 CV (algo más de 720 hp).
No se trata de un nuevo AMG GT Black Series, sino de un auto exclusivo para circuito, y que no está homologado para carretera. Lo cierto es que se basa en el Black Series, pero el equipo de AMG no tuvo que preocuparse en las normas de homologación para su desarrollo.
El fabricante asegura que utilizó su experiencias en las carreras de GT3 y GT4 para que esta máquina sea más extrema. Bajo el capó mantiene el ya conocido V8 biturbo de 4.0 litros, que conserva el cigüeñal plano del Black Series de calle.
Gracias a la adición de inyectores de competición y a una nueva puesta a punto, el V8 entrega ahora 734 CV y 850 Nm de torque. No son cifras muy alejadas del Black Series, pues en el proceso sólo ha ganado 4 CV y 50 Nm.
Esa potencia se transfiere a las ruedas traseras a través de un cambio secuencial transaxle de competición, un Hewland HLS de 6 velocidades, para ser exactos. Un diferencial autoblocante de competición, es decir, ajustable ayuda a mantener todo bajo control o bien a dejarse ir, en función de las necesidades del piloto.
Mercedes-AMG también ha instalado un conjunto de amortiguadores Bilstein de cuatro vías, con ajustes individuales en extensión y compresión a alta y baja velocidad. Hasta las barras estabilizadoras son ajustables. La suspensión se apoya en un juego de llantas de 18 pulgadas, elegidas debido a la disponibilidad de neumáticos de competición en ese tamaño.
Cuenta con discos de frenos de acero de competición, con un reparto de la frenada ajustable. Ajustables también lo son el control de tracción de competición y una nueva configuración del ABS.
El paquete aerodinámico del Black Series también se ha mejorado para esta variante de pista, incluyendo un splitter delantero que proporciona mayor carga aerodinámica y un nuevo alerón trasero.
El capó, las aletas, los umbrales, la puerta trasera y el faldón trasero son de fibra de carbono y contribuyen en gran medida a la elevada dinámica de conducción. Otro efecto importante de la combinación de materiales es la reducción del peso en orden de marcha a 1.400 kg.
Como era de suponerse, AMG incluyó en el GT Track Series todo el equipamiento de seguridad que llevan los vehículos de competición, incluida una jaula integrada de seguridad, un sistema de extinción de incendios e incluso una escotilla de rescate en el techo. Desde Mercedes aseguran que todo ello se combina para garantizar que la célula de seguridad del conductor en el Track Series cumpla las últimas normas de la FIA.
Mercedes-AMG sólo fabricará 55 ejemplares del GT Track Series, y cada uno de ellos tendrá un precio de venta al público de 369.000 euros más IVA, algo más de 405.000 dólares.