Automotores y Anexos S.A, una de las icónicas empresas automotrices del Ecuador, cumplió 60 años el mes pasado. Sus principales ejecutivos y cientos de colaboradores celebran este acontecimiento, con la esperanza de escribir nuevas historias de una movilidad moderna e inteligente en los años venideros.
1963 fue el año clave. El año en que el sueño de un pequeño grupo de personas visionarias se hizo realidad. Hoy, ese sueño es una compañía de prestigio, una corporación con una escuela de principios, procesos estructurados, gestión por objetivos y buenas prácticas internacionales. Esas cualidades humanas y profesionales le han permitido representar en la actualidad en Ecuador a marcas globales como Nissan, Renault, Foton, BAIC, Enterprise, National y Alamo. Además, posee empresas filiales como Innovation Auto, Tel Equinox, Soluciones Nexcar, Almotriz y Enae Rentacar.
Lucía Pazmiño, jefe nacional de Posventa, dice: “Desde su fundación, la compañía siempre se ha destacado por su dedicación, esfuerzo, trabajo y perseverancia. Automotores y Anexos siempre ha demostrado que su cultura corporativa es una verdadera escuela para todos sus colaboradores”.
“Esta cultura transmitida desde el corazón de los accionistas durante seis décadas confirma cuán importante es que sus más de mil colaboradores se sientan satisfechos en sus áreas de trabajo, un lugar donde prevalece la confianza, lealtad mutua, respeto y unión. Somos un equipo comprometido, capaz de brindar no solo un producto o servicio, sino una experiencia memorable, sincera y de confianza a nuestros clientes”.
Los inicios de Automotores y Anexos
Los primeros vehículos que Automotores y Anexos S.A. comercializó en Quito a partir de 1963 fueron las camionetas Datsun 100 y 1200, Nissan Junior y Patrol 4×4. La calidad y durabilidad de estos fueron el impulso de la marca japonesa y también de la compañía. En ese entonces, quien dirigía la compañía era Esteban Cordero Borrero.
Entre los años 60 y 70, Ayasa adquirió la representación de Nissan en Guayaquil, luego abrió sucursales en Ambato y Manta. El crecimiento sostenido tuvo un freno en 1982, cuando el gobierno de entonces cerró las importaciones de vehículos. La empresa tuvo que achicar sus operaciones y buscó otras líneas de comercio para poder subsistir. En 1999, la compañía obtuvo la representación de la marca francesa Renault.
Fue en aquel complicado año del cambio del sucre al dólar. Nicolás Espinosa y Gil Malo habían viajado a París para concretar la representación de Renault. Estando en plena negociación con la marca, Gil y Nicolás se enteraron que Ecuador experimentaba una profunda crisis bancaria y la consecuente protesta social que final mente derivó en dolarización.
Ni el cambio de moneda ni el estallido social asustaron a estos dos grandes personajes de Ayasa, que continuaron con el acuerdo con la firma francesa. Retornaron al país con la representación de Renault. Hoy, la marca es una de las preferidas y se encuentra en el Top 5 de las más vendidas.
El reportaje completo lo encuentras en la edición 97 de ACELERANDO, ya en circulación.